El delegado gremial del sector textil, Germán Resquín, informó que la fábrica Barpla ha sido clausurada por el municipio de Río Grande. La medida, que afecta tanto a la planta principal como a varios galpones de almacenamiento, genera preocupación entre los trabajadores ante el posible vaciamiento de la empresa.

Resquín explicó cómo se enteraron de la clausura: “Ayer a la tarde nos avisaron desde la empresa. Varios compañeros vieron a inspectores municipales colocando las fajas de clausura. No sabemos aún los motivos exactos, pero nos enteraremos. Como trabajadores, creemos que es correcto que la hayan clausurado. El fin de semana se movió materia prima y se retiró un equipo completo de la planta. Vemos que el empresario actúa de forma deshonesta, buscando desmantelar la planta para su beneficio personal. No permitiremos ninguna de estas estrategias que intentan perjudicar a los trabajadores”.

Además, Resquín comentó sobre la situación en otros depósitos de la empresa: “Ayer instalamos una carpa frente a un galpón lleno de mercadería. También fue clausurado por presuntas irregularidades. Tememos que quieran vaciar estos galpones, y estamos cansados de que el empresario nos mantenga en esta situación, sin cumplir con sus obligaciones. Existen reglamentos y plazos que debe respetar y, hasta ahora, no ha cumplido”.

La clausura municipal es algo inusual en este sector, aunque según Resquín, podría deberse a la falta de cumplimiento en materia de seguridad y condiciones laborales. “Es importante que se haya clausurado la planta para darnos un margen y sentarnos a dialogar, de modo que el empresario pague lo que corresponde a cada trabajador”, agregó.

Ante la consulta sobre el temor a un posible vaciamiento de activos, Resquín fue claro: “El empresario siempre se excusa diciendo que no tiene dinero, pero se ha beneficiado durante años de los recursos fiscales y beneficios de la provincia. No vamos a aceptar indemnizaciones del 50% ni ningún abuso”.

También señaló la existencia de valiosos equipos y materia prima en los galpones de la empresa, lo que incrementa el temor de los trabajadores a perder sus derechos: “La planta está llena de materia prima. Vamos a hacer lo necesario para que no vacíen la planta y que no terminen pagando lo que quieran”.

Tras una reunión en el Ministerio de Trabajo, lograron un avance respecto al pago de salarios: “Presentamos nuestras exigencias en un documento, y 30 minutos después de la audiencia, la empresa depositó los salarios. Esto muestra que dinero tienen, solo están jugando con la necesidad de los compañeros, y no vamos a tolerar más este abuso”.

Los trabajadores exigen una solución justa y transparente. “Hemos pedido el apoyo de las autoridades y esperamos que cumplan con el compromiso de acompañarnos. Ya no queremos más negociaciones erradas ni ofertas que no respeten a los trabajadores. Ejecutaremos todas las medidas legales necesarias para frenar el vaciamiento de la empresa”, concluyó Resquín.