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Los gremios docentes de la Confederación General del Trabajo (CGT) han convocado a un paro nacional para los días 24 de febrero y 5 de marzo, en protesta por la falta de convocatoria del Gobierno a la paritaria nacional del sector. La medida fue anunciada por Sergio Romero, secretario general de la Unión Docentes Argentinos (UDA), quien denunció la ausencia de negociaciones salariales y la crisis del sistema educativo.
A la protesta se suman también la Asociación del Magisterio de Enseñanza Técnica (AMET) y la Confederación de Educadores Argentinos (CEA). La Confederación de Trabajadores de la Educación de la República Argentina (CTERA), dirigida por Sonia Alesso y Roberto Baradel, evaluará en las próximas horas si se adhiere a la convocatoria.
Romero, junto a otros dirigentes gremiales como Sara García (AMET) y Fabián Felman (CEA), alertó sobre la gravedad de la situación educativa y criticó la inacción del Gobierno. Señaló que, a pesar de las reiteradas solicitudes de negociación presentadas ante los ministerios de Educación y Trabajo, no ha habido avances desde el año pasado.
Uno de los principales reclamos es el deterioro salarial de los docentes. Según Romero, el salario básico se mantiene en $420.000 desde agosto de 2024, ubicándose por debajo de la línea de indigencia, que según el INDEC ascendió a $453.384 en enero de 2025. Además, el sueldo docente ha quedado muy por debajo de la canasta básica, estimada en $1.033.716.
El paro se realizará en un momento clave, coincidiendo con el inicio del ciclo lectivo en los niveles inicial, primario y secundario, afectando a varias provincias como Ciudad de Buenos Aires, Córdoba, Santa Fe, Mendoza, Salta, San Juan, San Luis, Corrientes, Jujuy y Santa Cruz.
Los sindicatos responsabilizan al Gobierno por la falta de avances y la eliminación del Fondo Nacional de Incentivo Docente (FONID), medida que consideran un golpe directo a los educadores. Además, critican el estado deficiente de la infraestructura escolar y la falta de respuestas ante los reclamos.
Ante este panorama, los gremios no descartan intensificar las medidas de fuerza si no hay una respuesta por parte del Gobierno. La tensión entre las partes se mantiene mientras el sector educativo enfrenta una situación cada vez más compleja.
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