Adorni explicó que, debido a las complicaciones derivadas de las medidas de fuerza de Intercargo, el gobierno ha habilitado a las fuerzas de seguridad para intervenir de forma temporal y excepcional. Según el vocero, esta acción se implementará para evitar que "ningún terrorista sindical" ponga en riesgo a los pasajeros, interrumpiendo sus viajes por vacaciones, negocios o razones médicas, y para evitar que se retengan las valijas de los usuarios.
El gobierno, que no dudó en tomar medidas drásticas, también destacó que esta desregulación facilitará la incorporación de nuevos actores en el sector. Federico Sturzenegger, ministro de Desregulación, detalló que permitirán a empresas privadas negociar "slots" de los aeropuertos si no son utilizados, promoviendo la competencia y la diversidad en los servicios aeroportuarios.
Por su parte, la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, afirmó que la Policía de Seguridad Aeroportuaria (PSA), con el respaldo de otras fuerzas, ya estaba preparada para tomar acción en Ezeiza y Aeroparque. Bullrich recordó que, como consecuencia de la falta de servicios, el pasado martes fueron evacuadas 18 personas afectadas por el caos en las pistas. En respuesta a estos incidentes, la ministra también anunció que se había presentado una denuncia penal por "abandono de personas", y destacó que el gobierno tomará todas las medidas necesarias para proteger a los ciudadanos de lo que calificó como "delincuentes sindicales".
La decisión del gobierno, que se produce en el contexto de un conflicto abierto con los gremios del sector, busca restablecer la normalidad en los aeropuertos, aunque también pone en evidencia el creciente malestar con los sindicatos, a los que se les acusa de usar sus medidas de fuerza para afectar a los usuarios. El gobierno ha enfatizado que no dudará en continuar con su plan de desregulación para evitar más interrupciones y garantizar el derecho de los pasajeros a un servicio adecuado.
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