El dirigente de la UOCRA Julio Ramírez expuso la crítica situación de los trabajadores de la construcción en la zona norte, sin obras en marcha y con demoras de meses para las viviendas anunciadas en la margen sur el año pasado, dado que los primeros trabajos iniciaron hace veinte días.

En diálogo con Radio Universidad 93.5, dijo que se preparan para un invierno que “cada vez se pone más duro” y lamentó que “siempre empezamos tarde”, a diferencia de la puesta en marcha de las obras de Ushuaia.

“Nosotros teníamos las obras de las 108 viviendas para empezar en la temporada y al final la empresa empezó a trabajar hace quince días con movimiento de suelo, comenzó a hacer cimientos, y a fin de mes ya para. La gente va a trabajar quince o veinte días y luego hay que esperar a septiembre a que pase la veda invernal”, planteó.

Se trata de las viviendas licitadas el año pasado, la apertura de sobres fue realizada por el IPV a fines de junio de 2016, y se había anunciado en noviembre pasado el financiamiento de la Secretaría de Vivienda y Hábitat de la Nación, de 126 millones de pesos. Sin embargo, los trabajos comenzaron promediando abril.

“Son las 108 viviendas en margen sur y ¿de qué vale que empecemos ahora si tenemos que parar en quince días? No se puede tirar cemento, nada”, se quejó.

La suerte del personal será la desocupación, porque “los echan, les dicen que no se puede trabajar más por la veda y tiene que esperar a que los llamen. Lo que hacen en quince o veinte días las empresas, lo certifican para cobrar la liquidación. Nosotros no podemos decir nada porque empieza la veda y sabemos que no se puede tirar hormigón, no podemos hacer nada”, insistió.

Marcó diferencias con Ushuaia, donde se construyen las viviendas de PROCREAR a través de las empresas Cóccaro Hermanos y PROALSA, en Monte Gallinero. “Hay 200 compañeros trabajando ahí. A Ushuaia la tocaron con una varita mágica porque todos los trabajos son para Ushuaia, mientras nosotros estamos a la espera”, sostuvo.

Aseguró que las únicas obras en Río Grande “son estas viviendas que empezaron desde hace veinte días y después no hay nada. No sé por qué”.

“La gobernadora por ahí empezó por Ushuaia y después vendrá por Río Grande, pero mientras tanto tengo los muchachos de la construcción parados. Este invierno van a quedar sin trabajo todos, y de los 400 que están trabajando quedarán 20 haciendo mantenimiento. En Río Grande la obra se para totalmente y queda el sereno a cuidar las obras”, manifestó.

De las obras en zona norte están en marcha las del gasoducto, que emplea 80 personas y otras de total más estas viviendas del IPV con fondos nacionales. “Nosotros hemos pedido tres audiencias a la gobernadora y no me atendieron nunca. No digo que la gobernadora no me quiera atender, pero capaz no le llegaron los pedidos míos. Hablé con los secretarios de ella, con los ministros, todos dicen que sí pero el poncho no aparece; y menos el Ministro de Obras Públicas, porque no tengo el gusto de conocerlo”, aseguró.

No ve expectativas de solución por más que sean atendidos ahora, “porque viene la veda invernal y qué me van a decir. Hay que esperar a septiembre. Dicen que reciben obras de acá y de allá, pero no hay nada. La planta de Ushuaia por 200 millones está en marcha y hay otras obras importantes ahí, pero en Río Grande hasta ahora no hay ni una obra. Tolhuin está peor que Ushuaia y Río Grande: están haciendo las 54 viviendas que empezaron medianamente bien en temporada y algunas obras menores que están para empezar”, dijo.

Consultado sobre las obras privadas, dado que hay edificios en construcción sobre la avenida Perito Moreno, aclaró que “uno emplea 20 personas y el otro 10. Lo grueso está hecho y se quedan con 4 ó 5 personas para hacer interiores. No son obras importantes”.

“La ruta que estaba haciendo la empresa Dos Arroyos se paró por la veda invernal y echaron a 45 personas hace diez días. Van a quedar 10 ó 15 para mantenimiento hasta que pase la veda. En San Sebastián está todo parado, lo mismo la ruta 23. Hasta que no pase el invierno no van a hacer nada”, apuntó, lamentando tantos anuncios porque “uno pensaba que íbamos a tener trabajo”.

En cuanto a las obras municipales, destacó que “el municipio quiere hacer cosas y me parece bárbaro, porque tienen mucha voluntad, pero están esperando que les manden la plata para seguir haciendo obras. El intendente tiene voluntad de hacer cosas, de contribuir y que Río Grande crezca. Hace todo lo que puede y yo lo veo con mucha voluntad de hacer cosas”, reconoció, aunque corre contra la deuda de coparticipación y la demora en el giro de fondos nacionales.

Pese a su pertenencia justicialista, dijo que critica “cuando las cosas se dicen y no se hacen. Si veo que un político hace, aunque no sea del palo mío, lo voy a decir y voy a estar de acuerdo”.

Por otra parte, indicó que el panorama a nivel nacional es distinto, porque “algunas obras están en marcha en la provincia de Buenos Aires. Nuestro secretario Gerardo Martínez firmó el aumento del 21% a partir de abril y del 11% a partir de junio. Esto es hasta septiembre, y en octubre o noviembre veremos cómo está la inflación. Si sigue subiendo, van a subir un par de puntos más. Así que estamos a la espera”, dijo, si bien el aumento no lo podrán tener si los trabajadores están desocupados.

Además hizo una observación sobre la inversión china en estancia Las Violetas, y aseguró que “los chinos están esperando que cambie de gobierno para poder atacar otra vez y poder hacer la obra. Con este gobierno aparentemente no lo van a hacer porque la gobernadora no quiere”.

Como paliativo, peleará por un subsidio mejor del que se otorga actualmente. “Nos dan migajas, son tres mil pesos. Ahora voy a pedir un poco más para los compañeros, aunque sea para que les alcance para pagar la luz y el gas. Con tres mil pesos no les alcanza ni para el supermercado. Vamos a tratar de que sea un poco más y veremos lo que dice el gobierno”, concluyó.