La columna más importante llegó pasadas las 14 horas, evidenciando una vez más ciertas desprolijidades que caracterizaron al paro/marcha/movilización de esta tarde. Es que el grueso de los trabajadores metalúrgicos se unió a las filas de la UOM una vez abandonados sus puestos en las fábricas radicadas en la ciudad de Río Grande, hecho que ocurrió recién después de las 13:30 horas.
Por ello, llamaba la atención una plaza Almirante Brown que a esta hora permanecía relativamente vacía. Con la llegada de la UOM, las expectativas fueron superadas.
Fueron varios miles de personas las finalmente se dieron cita en la tradicional plaza para agruparse frente a las oficinas de ANSES. El lugar elegido como epicentro no fue casual.
Es que mientras los riograndeses se manifestaban, en la ciudad de Buenos Aires el Congreso de la Nación daba tratamiento a la polémica reforma previsional, que había quedado en puntos suspensivos la semana pasada y para lo cual, ahora sí, había quórum.
Con carteles, pancartas y pegatinas, los gremios CEC, UOM, SECURITAS, ASIMRA, ATE, SUTEF, SECASFPI y la comunidad educativa de la UNTDF realizaron un recorrido simbólico por el centro de la ciudad, evidenciando su descontento con el proyecto.
Una vez desconcentrados, cada uno de los manifestantes asistiría desde su casa a un espectáculo lamentable, que nada tuvo que ver con la pacífica marcha de Río Grande: en Buenos Aires, piqueteros y policías protagonizaron una verdadera batalla campal.
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