Jorge Brua, secretario General de APEL en Tierra del Fuego, expresó en una entrevista con Radio Provincia su preocupación por el impacto de la devaluación y la inflación en los salarios de los trabajadores. Señaló que, a pesar de los aumentos salariales logrados a lo largo del año, ha sido imposible compensar la pérdida del poder adquisitivo. Según Brua, la inflación en algunos meses superó el 30%, lo que dejó los salarios "pulverizados".

El dirigente gremial recordó que en junio, el gobierno provincial ofreció una suma fija, pero APEL decidió no aceptarla debido a que afectaría a los jubilados, en base a un acuerdo con la vicegobernadora. Sin embargo, en ese momento, el Tribunal de Cuentas modificó algunos aspectos de los salarios, como el ítem de título, lo que permitió una leve recuperación de los ingresos. Aun así, el ítem de antigüedad quedó excluido de la negociación.

Brua detalló que aunque el Tribunal de Cuentas ha trabajado en conjunto con el gremio en otros aumentos, el ítem de antigüedad no fue incluido en los ajustes salariales de septiembre, octubre y noviembre, lo que generó frustración entre los trabajadores. A pesar de los esfuerzos por incorporar ese ajuste en la escala salarial, no se logró el consenso necesario.

Ante esta situación, los afiliados de APEL decidieron en una reciente asamblea entrar en estado de alerta y movilización. Brua advirtió que, si no reciben una respuesta favorable de la presidenta de la Cámara en las próximas horas, las medidas de protesta podrían escalar hasta llegar a un paro. Aseguró que el reclamo es justo, ya que buscan recuperar los salarios perdidos durante el año y esperan que en los últimos meses de 2024 se logren avances en ese sentido.