
El éxito de estas corporaciones radica principalmente en su interés constante por mejorar sus productos financieros. De hecho, desarrollar un servicio que satisfaga las necesidades de los clientes es su objetivo más importante. En un contexto social en donde las herramientas digitales tales como Internet y los dispositivos móviles se masificaron, los créditos personales online buscan ser los nuevos aliados virtuales: por ejemplo, Wenance, es una empresa nacional que ofrece este producto a cualquier parte del país de forma 100% digital.
En este sentido, hablar de los préstamos de Wenance, los cuales se entregan en el acto, es hablar de un desarrollo que permite, desde su sitio web, que cualquier usuario mayor de edad pueda realizar la simulación de su crédito o incluso solicitarlo formalmente. Todo el proceso tiene la particularidad de poder llevarse a cabo sin salir de casa.
Préstamo personal online: al alcance de un clic
Se entiende que, cuando una persona acude a solicitar un préstamo personal, puede requerir el dinero de forma inmediata. Por este motivo, las empresas Fintech desarrollaron los créditos online que buscan dar una respuesta eficaz en materia de rapidez a través de sus páginas web. Por ejemplo, Wenance, que ofrece préstamos personales mediante sus productos Mango y Welp, otorga hasta 300 mil pesos con un solo clic.
Desde el smartphone, tablet o computadora el usuario puede enviar el formulario solicitando un monto de dinero específico y recibir la aprobación en cuestión de horas. Esto sucede de forma rápida porque el equipo, una vez que recibe toda la información, trabaja a toda velocidad para generar el perfil crediticio del cliente y ofrecerle un préstamo personalizado acorde a sus posibilidades crediticias.
En este sentido, que el proceso sea digital no solo genera que cada persona obtenga una respuesta más rápida sino también que ahorre tiempo ya que no es necesario que concurra a una entidad física, ni saque turnos, ni tampoco presente documentación en papel.
Contrato digital
Por supuesto que para corroborar las identidades de las partes y aceptar los términos y condiciones que conlleva el producto, al momento de cerrar la operación se realiza la firma del contrato digital, conocido también como smart contract. Este protocolo es imprescindible para que se verifique correctamente la transacción.
Para consignar el mismo, se utiliza la firma electrónica que es un conjunto de datos digitales que acompañan el contrato. La misma sirve para identificar al solicitante de manera inequívoca y asegurar la integridad del documento firmado (es decir, que no sufra ninguna alteración o manipulación).
La base legal de la firma electrónica está contemplada en la Ley 59/2003 en donde además de los elementos mencionados, se especifica que se utiliza esta herramienta para asegurar que el firmante no pueda repudiar posteriormente el contrato. Para realizar la firma electrónica es indispensable disponer de un DNI que será solicitado en foto. Y, por otro lado, el cliente deberá, por lo general, enviar una imagen realizando algún gesto en particular (como ocurre en la aplicación de AFIP) o escribir un código generado especialmente para el caso, que tendrá una vigencia muy breve de tiempo.
Una vez que se valida la firma electrónica y se consta con la aprobación del crédito, la suma de dinero acordada se transfiere posteriormente a la cuenta bancaria del solicitante para que disponga de la misma y la use a su parecer.
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