Los fabricantes y los vendedores del rubro se encontraron con un escenario nunca antes visto: aun en temporadas bajas para el negocio, la demanda no frenó y hasta se multiplicó en pandemia. Río Grande no es la excepción, se avizora una temporada de escasez en mercadería de cara a la temporada de verano, pero con una notable activación en los talleres de arreglo.

“El rubro anda muy bien, pero llegó un momento que se hizo un bache a nivel nacional de falta de mercadería. Se cayeron las ventas, pero no porque la gente no quiera adquirir los productos si no por la demanda que hubo. Mucha demanda y mucho faltante de mercadería así que ahora se calmó el tema de las ventas, pero activamos lo que es taller”, dijo Javier Padwiazny, propietario de una de las históricas bicicleterías de esta ciudad, Everest Cycling.

Desde distintos sectores analizan que por el párate de la actividad física y deportiva por la pandemia de coronavirus, la demanda de bicicletas se disparó a nivel mundial. Esta situación habría generado un colapso inmediato desde el fabricante al propio distribuidor.

“Nosotros estamos con los talleres a full porque la gente que no ha podido comprar ha rescatado lo que tiene para salir a andar, entonces ahora estamos en eso y con la venta de accesorios básicamente.  Hay mucha gente que compra las bicicletas y las traen para arreglar, en los últimos 10 días hubo mucha demanda en eso y al no contar con mercadería por lo menos trabajamos con lo que trae la gente de afuera”, precisó el comerciante local.

Sobre la falta de stock, comentó: “Fue un boom a nivel mundial, hay mucha demanda y desabastecimiento. Los principales mercados a nivel mundial son de Estados Unidos y Europa, entonces todo lo que se fabrica va para esos lugares y los remanentes vienen a Sudamérica y el resto del mundo”.

A esto sumó, “también tenemos un problema político y aduanero, lo poco que viene está trabado en la aduana y eso hace que no haya mercadería.  Por otra parte, es infernal lo que se ha ido el precio por el costo del dólar y especulaciones de los proveedores. De un año al otro estamos hablando de un aumento del 100%, y hay locales que se aprovechan para aumentarlo más”.

“Ahora tendríamos que tener por lo menos 200 bicicletas más para poder cubrir la demanda de toda la temporada de verano, pero no hay. Antes llamabas a un proveedor y pedias todo lo que necesitabas, hoy básicamente te llaman ellos y te dicen la disponibilidad para cada uno porque tienen que repartir para todo el pais. Por ejemplo, no se puede pedir diez cadenas, van digitando las ventas porque si no viene una bicicleteria grande compra todos los productos y desabastece a todo el mercado” finalizó Padwiazny.