Este miércoles continúa el juicio por el Caso de trata de personas halladas en el local nocturno Aquelarre de la ciudad de Río Grande. Allí en el año 2014 se allanó el lugar y se clausuró luego de constatar que en el lugar había actividad dedicada a la explotación sexual de mujeres.
Durante este martes por la mañana se desarrolló la joranda de exposición con la palabra de los alegatos de la defensa de cuatro imputados en participar de la organización dedicada a la explotación sexual de mujeres en el mencionado local nocturno. La jornada tuvo que suspenderse tras inconvenientes técnicos en la que uno de los jueces -del Tribunal Oral en lo Criminal de la provincia-, que interviene se comunicaba vía videoconferencia.
En este marco, continuarán este miércoles los alegatos de las defensas; recordamos que ayer la fiscal María Hermida en su alegato solicitó la pena de 10 años de presión para la Sra Centurión quien oficiaba de encargada del lugar, involucrado su hijo – D.Escalante- y otra persona -J.Scienza- por considerarlos parte de esa organización y culparlos de ser “Coautores penalmente responsables del delito de trata de personas con fines de explotación sexual”, con el agravante de la cantidad de personas intervinientes y de víctimas. Para otro acusado involucrado como participe secundario del ilícito, la fiscal solicitó 4 años de prisión.
Otro acusado es el propietario del local Carlos Longuarú también acusado del delito como participe de los hechos, además se declaró la rebeldía del sujeto ya que no concurrió a los llamados de la justicia a las audiencias y quien además tendría pedido de captura.
Según la evaluación a juicio del fiscal federal de Río Grande, Dr. Marcelo Rapoport, las mujeres contactadas habrían sido engañadas con falsas ofertas laborales, luego trasladadas en avión hasta la ciudad, con pasajes pagados por los tratantes, lo que se transformaba en la deuda inicial de las mujeres, quienes una vez sometidas, eran controladas mediante un sistema de pulseras para contabilizar los denominados “pases” (o relaciones sexuales con los clientes que acudían al prostíbulo). De esta manera los clientes pactaban un valor con la víctima, ya prestablecido por los propietarios y era pagado antes del encuentro, que se realizaba en un hotel o en una vivienda particular.
La investigación se da en el marco de la llegada de un correo electrónico en el año 2013, donde se mencionaba la existencia de una web que promocionaba servicios sexuales en locales nocturno, uno de ellos el mencinado “Aquelarre”. El corre fue recibido por la Fundación María de los Ángeles. Luego se derivó a la Procuraduría de Trata y Explotación de Personas (Protex), a cargo de Marcelo Colombo y Alejandra Mángano. En la comunicación, se
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