Se trata de Jesús Pedro Díaz, quien había sido llamado a declarar a pedido de la defensa de Juan Pablo Crespi, dueño de una agencia de autos de Río Grande y uno de los cinco acusados que tiene el caso. Incurrió el contradicciones y los jueces dispusieron su detención. Terminó la ronda de testimoniales y hoy se realizarán los alegatos. Con posterioridad darán a conocer el veredicto. Investigan el hallazgo de 600 gramos de cocaína en agosto del año pasado.
La detención de un testigo acusado de presunto falso testimonio resultó el dato más llamativo de la tercera jornada del juicio oral y público por el transporte de un cargamento de cocaína descubierto en el ingreso a la ciudad de Río Grande en agosto del año pasado.
La persona identificada como Jesús Pedro Díaz, había sido llamada a declarar por el Tribunal Oral en lo Criminal Federal de Tierra del Fuego -que lleva adelante el proceso- a pedido de la defensa de Juan Pablo Crespi, dueño de una agencia de autos de Río Grande y uno de los cinco acusados que tiene el caso.
Según fuentes judiciales, el testigo incurrió en una serie de contradicciones durante su alocución ante el tribunal, y los jueces dispusieron su detención durante la audiencia, además de abrirse un expediente paralelo donde seguramente será imputado del presunto delito de falsos testimonio.
Tras el incidente, el juicio continuó con la declaración de más testigos, y se estimaba que la lista de citados iba a completarse ayer, para que hoy se lleven a cabo los alegatos de las partes y posteriormente los magistrados se retiren a deliberar hasta contar con un veredicto.
El proceso judicial comenzó el lunes con la lectura del requerimiento de elevación a juicio efectuada por el Fiscal General del distrito, Adrián García Lois, y continuó con las declaraciones indagatorias de los involucrados.
Amelia Torres y Maximiliano Benítez confesaron ese día su participación en el hecho, en tanto que Omar Riquelme admitió que es adicto a la drogas pero negó haber participado en el transporte y David Fernández y Crespi, a quien se acusa de ser el financista de la operación, también se declararon inocentes.
La droga fue descubierta el 19 de agosto de 2016 en el interior de un vehículo que ingresaba a Río Grande procedente de la provincia de Buenos Aires, y que conducía Torres.
El juez Federal de Ushuaia Federico Calvete ordenó luego al menos diez allanamientos y con la evidencia recolectada dispuso la detención y después el procesamiento de los cinco acusados.
En principio la sustancia encontrada pesó 15 kilos 225 gramos, y por ello se lo señaló como el mayor cargamento de esa droga descubierto en Tierra del Fuego, pero pericias posteriores demostraron que “solo el 4% de la sustancia (unos 600 gramos) era de máxima pureza” y el resto diluyentes.
El automóvil había atravesado los cuatro controles aduaneros obligatorios para ingresar a territorio fueguino por vía terrestre, pasando por Chile, antes de ser detenido, aunque la fuerza policial monitoreaba su recorrido a través de tareas de inteligencia y por una investigación que había comenzado en abril del año pasado, confirmó el fiscal Federal Marcelo Rapoport.
En los allanamientos realizados la policía secuestró material informático, teléfonos celulares y dinero en efectivo, además de pequeñas cantidades de droga, una balanza de precisión, cheques y armas de fuego.
Crespi, quien es dueño de una concesionaria automotriz ubicada en la intersección de las calles Obligado y Don Bosco de Río Grande, ya cuenta en su haber con antecedentes anteriores que lo vinculan a la comercialización de estupefacientes.
Fuente EDFM
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