Se desarrolló el segundo día del juicio oral a Walter López, único acusado como autor del homicidio del joven de 26 años ocurrido en mayo del año pasado en las calles de Chacra IV.

La jornada de ayer fue un día de testimonios sumamente relevantes teniendo en cuenta que declararon los jóvenes que caminaban esa mañana en compañía de la víctima y victimario, luego de retirarse de un boliche bailable.

El primero en declarar fue Samuel Pereyra, amigo de Garelli, quien intervino en la pelea y a quien el acusado López disparó en 4 oportunidades sin llegar a herirlo. En su testimonio relató como al integrarse al grupo su amigo Adrián Garelli le comentó que López estaba provocando con diversos comentarios, acción que generó una discusión y que luego pasó a mayores.

También declararon la hermana de este joven, Vanina Pereyra, y su novio Pablo Monasterio, con quienes se plegó López al grupo, dado que había sido compañero de escuela de Monasterio.

Refirieron que López había mostrado el arma y que incluso hizo un disparo al aire a una cuadra de salir del boliche, lo cual no había presenciado el resto del grupo que caminaba más adelante.

Monasterio aportó un dato que nunca había mencionado, indicó que tras la discusión el acusado habría dado el primer golpe, teniendo por respuesta golpes de Garelli. Ese momento había sido relatado por el mismo de una manera distinta y por ello tuvo insistentes consultas de parte de la defensa oficial.

Finalmente, el testimonio de la joven fue el más comprometedor para López quien alega haber actuado en defensa propia, “todos le decíamos que se vaya, yo le dije ándate; a él no le importó nos disparó a todos, no disparó hacia el piso ni arriba, disparó hacia donde estábamos nosotros, pudo matar a cualquiera”.

Este último testimonio lo comprometería aún más ya que tuvo en los momentos previos la posibilidad de retirarse del lugar sin que la situación terminara necesariamente en la tragedia que fue.

Este viernes el juicio continuará con la testimonial de los peritos de Policía Científica.