Un nuevo conflicto dentro del Hospital desnuda las internas tantas veces denunciadas e incluso apreciadas por los propios usuarios. Sin un rumbo fijo y sin una dirección estable, en el nosocomio local ya es moneda corriente encontrar conflictos entre los propios profesionales que allí se desempeñan.
En este caso, el denunciado es el propio jefe de Guardia del Hospital Regional Río Grande, Dr. Jorge Salazar, quien habría insultado y propinado epítetos racistas a dos enfermeras, además de realizar gestos obscenos frente a los pacientes.
La denuncia fue radicada en sede policial por la enfermera Cristina Alejandra Martínez Wursten, de 30 años, quien manifestó que recurría a las autoridades debido a que la Dirección del Hospital “cajonéo” la presentación realizada por ella sobre este mismo acontecimiento.
Los hechos
En base a su relato, todo ocurrió en el mes de julio del corriente año, cuando se encontraba realizando una guardia de rutina. En la tarde, y sin mediar palabra, Salazar habría llegado hasta ella para reprocharle con insultos el haber puesto suero a un paciente.
Ante los maltratos, que ocurrieron frente a la presencia de pacientes que aguardaban en el sector de la guardia, Wursten comunicó lo ocurrido a la Jefa del área, Ariela Chávez, quien le comunicó personalmente a Salazar que había sido ella la que había colocado el suero en cuestión.
Sin embargo, la situación estuvo lejos de tranquilizar al ofuscado Salazar, que comenzó a insultar a Chávez, con epítetos racistas y gestos obscenos.
Denuncias e internas
Hace menos de un mes, la Dirección del Hospital decidió denunciar por “mala praxis” a una profesional, suspendiéndola por el plazo de un mes.
En aquélla oportunidad, la denunciada también había cargado contra las autoridades del nosocomio, indicando que era frecuente que discriminen y emitan juicios xenófobos contra algunos de los profesionales que allí se desempeñan.
Acefalía (y anarquía)
Hace sólo días, uno de los directores el Dr. Cristian Tejedor, presentó su renuncia al frente del Hospital Regional Río Grande.
De esta manera, el nosocomio que supo ser un ejemplo y motivo de orgullo, quedó nuevamente sin dirección. Tejedor había asumido la conducción en diciembre de 2016 y ni siquiera logró superar el año.
Menos tiempo logró permanecer en el cargo el Dr. Alejandro Romero, que había sido designado en abril del 2016 para reemplazar al farmacéutico Raúl Domínguez. Este último, sólo estuvo unos pocos meses al frente del Hospital (asumió con la llegada al poder de Bertone) y renunció por los constantes problemas gremiales.
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