La foto de Malvinas
A Sarti, Malvinas le cambió la vida para siempre. También recuerda a un amigo que era jugador de fútbol y tras su vuelta de la guerra nunca más pudo entrar a una cancha. “Se le cortó la carrera”.
Rumbo a la guerra
Un par de días después, un jeep militar paró frente a la casa de los Sarti. Había llegado el momento.
Daniel tenía una novia que a su vuelta de la guerra seria su esposa. Toda su familia lo fue a despedir al Regimiento. Como en esas películas clásicas de Hollywood, Sarti saludó a sus padres y besó a su chica antes de entrar al cuartel. Allí, enseguida le dieron la ropa y el resto del material de campaña y lo subieron a un avión rumbo a las islas.
En Malvinas, las sensaciones estaban a flor de piel. El grupo del Regimiento 3 de Tablada quedó unido para siempre. “Es tan grande la adrenalina que vivís todo el tiempo que te apoyas mucho en tus compañeros. Hoy nos seguimos viendo y recordando todo lo que vivimos en las islas”, explica Sarti.
Daniel se emociona al recordar a un compañero que todos toman como un ejemplo. Se trata de Julio Rubén Cao. Su historia es de las más trágicas de la guerra. CAo se presentó para ir como voluntario a las islas el 12 de abril. “Le dijimos que era una locura que su esposa estaba embarazada. Que lo mejor sería que se quede en el regimiento de guardia”, recuerda Sarti.
El compañero ejemplo
La noche del 1° de mayo, Daniel y sus compañeros detectaron movimiento en la playa que estaba bajando la ladera de Sapper Hill. Eran barcazas inglesas que intentaban desembarcar en Malvinas. Enseguida, dieron aviso a la artillería cercana. “Con fuego cruzado, logramos hacerlos retroceder y frustramos el ataque”, explica Sarti.
Al otro día, como premio, le permitieron darse un baño en los galpones de Puerto Argentino. Los soldados bajaron cansados, con la barba crecida y la cara tiznada por el hollín. Llevaban unas 3 semanas en el frente de batalla comiendo mal, con frío y los pies húmedos. “Antes de pasar por la ducha lo vemos al fotógrafo y le digo sacá acá. Sabía que la imagen iba a estar buena. Y yo le había dicho a mi novia que esté atenta a los diarios por si aparecía una foto mía. Y esta era la oportunidad”, cuenta Sarti.
El día de la foto
Llegó la rendición y los soldados argentinos fueron escondidos por la dictadura militar. “De Malvinas llegamos a puerto Madryn en barco. Ahí, todos los vecinos rompieron el cerco y se acercaron a traernos pan y comida. Ese día, fue el 19 de junio, se conoce como el momento en que las panaderías de la ciudad se quedaron sin pan. Todo fue para nosotros”, recuerda Sarti. Tanto es así, que el veterano regresa todos los años para ese día al puerto patagónico para agradecer el recibimiento tras la derrota en la guerra.
Sarti nunca volvió a Malvinas. Afirma que no soporta tener que presentar su pasaporte para pisar suelo argentino. Sin embargo, admite que va a intentar soportar el momento para volver a las islas en el 2025. “Se lo prometí a un compañero y también tengo que hacerlo por los héroes que quedaron allá”, se emociona.
Entonces, fue Natalia que se topó con la imagen de su papá en las cartas de la Scaloneta. Quedó impactada y decidió que era momento de homenajear a Daniel. Ese pibe de Malvinas al que millones le cantamos mientras gritábamos los goles de Lionel Messi en Qatar.
De vuelta a casa
Daniel Sarti participó de la guerra de 1982. Su hija lo filmó mientras se veía en un dibujo que recreaba una foto suya en las islas. La emoción familiar y el relato de cómo fue su vida durante el conflicto y tras la rendición ante los ingleses
El video avanza con la velocidad que requieren las redes sociales actuales y en pocos segundos llegaremos al nudo de la historia. Se nota que la hija que filma sabe lo que va a generar el regalo. De fondo se escucha la versión de La Mosca de Muchachos, el tema que todos cantamos durante el Mundial de Qatar. El regalo son unas cartas intervenidas de Mazo Argento sobre la Scaloneta.
Daniel Sarti, junto a su esposa Gladys y su hija Natalia, con Malvinas siempre presente
Las imágenes llegaron a miles de personas que se emocionaron junto a Sarti. Pero detrás del clip esta la historia del joven Daniel. “Había hecho la conscripción en el Regimiento 3 de Tablada. Me habían dado de baja en noviembre de 1981 –relata Daniel en diálogo con Infobae-. Me había tomado el verano para empezar a estudiar al año siguiente Ciencias Económicas. Pero no pudo ser”.
Daniel y Natalia en un viaje a París
El joven soldado entró al cuartel el 9 de abril y el 11 ya estaba en Malvinas esperando la llegada de flota inglesa. Una noche se había acostado pensando qué hacer el fin de semana con su novia y al día siguiente ya estaba empuñando un FAL en una isla rocosa helada a miles de kilómetros de su casa.
La foto tomada por la revista Gente en la que se lo ve a Daniel Sarti y sus compañeros tras bajar del monte Sapper Hill
Sarti combatió en la primera línea de trincheras en Sapper Hill, al sur de Puerto Argentino. “Era el sitio en el que los ingleses intentaron desembarcar por primera vez. Pasamos unos 20 días en la trinchera, con mucho hambre y frío”, sostiene Daniel.
La carta de Mazo Argento que causó la emoción de Daniel
Mientras tanto en Buenos Aires, su novia Gladys Guerriero cada tanto compraba alguna revista para informarse sobre la guerra. El 9 de mayo compró la Gente y ahí lo vio a Daniel con el rosario en el pecho y la sonrisa en el rostro. La barba crecida pero vivo. “Igual, ella no tenía ninguna noticia mía. Sabía que me habían sacado la foto, pero no si había sobrevivido días después de que me tomaron la imagen junto a mis compañeros”. dice Daniel.
Malvinas e Independiente, dos pasiones de la familia Sarti
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