En el contexto de escasez de combustibles que afecta a muchas provincias argentinas, el Gobierno autorizó a las empresas petroleras a incrementar el precio del gasoil. La suba impactará exclusivamente en los combustibles diesel y alcanzará al 12% en promedio en todo el país.
El Gobierno había informado ayer que subirá la proporción obligatoria de biodiesel empleada en la mezcla con combustibles fósiles en busca de abastecer la mayor demanda local de gasoil, principalmente del sector agroexportador. De ese modo, se elevará un 50% el corte obligatorio para las pequeñas y medianas empresas, para llevarlo al 7,5%. Por otro lado, un decreto autorizó a todas las empresas proveedoras usar de forma transitoria y excepcional 5 puntos porcentuales adicionales de biodiésel en la mezcla con diésel, lo que llevaría la proporción de biodiésel al 12,5%.
Parte del aumento autorizado hoy por el Gobierno se vincula con esa decisión. Según explicó una fuente del sector petrolero, el incremento total del 12% se compone de un 7% relacionado con el traslado al precio de la mayor proporción de biodiesel y otro 5% de una actualización de los valores.
“Los precios de los combustibles en la Argentina vienen con un enorme retraso frente a los precios de los combustibles en la región y en el mundo. Pero también frente a los aumentos que la Secretaría de Energía viene disponiendo para los biocombustibles en los últimos años”, agregó.
La fuente ejemplificó ante Infobae la diferencia en la evolución de ambos precios, que muestran que el biodiesel aumentó más que el doble en relación con el gasoil. Entre el 1 de enero de 2019 y el 1 de junio pasado, en un plazo de dos años y medio, el biodiesel aumentó un 555%. La tonelada pasó a costar desde $28.341 a 185.785 pesos. En el mismo período, el gasoil aumentó solamente un 228%: el litro subió de $34,84 a $114,40, tomando como referencia el precio de YPF para la Ciudad de Buenos Aires.
Las principales empresas refinadoras de combustible, YPF, Raizen (licenciataria de Shell), Pan American Energy (PAE) y Trafigura señalaron hoy en un comunicado conjunto que están profundizando “sus esfuerzos para contribuir a paliar la situación actual”. En ese sentido, destacaron que históricamente la Argentina importa gasoil para cubrir una parte de la demanda.
“Las empresas refinadoras incrementaron las importaciones necesarias comparado con niveles pre-pandemia, realizando sus máximos esfuerzos para garantizar el abastecimiento. Frente a una inusitada demanda – agravada por la actual coyuntura energética mundial - el abastecimiento en algunas zonas del país se vio afectado debido a desequilibrios en los precios” expresaron las empresas.
En este sentido, las refinadoras manifestaron su apoyo a la decisión del gobierno de aumentar el corte obligatorio del biodiesel en el gasoil. “Frente a este escenario, cada compañía, de acuerdo a su política comercial y en función de sus particularidades logísticas, adoptará las medidas que considere más convenientes para paliar desequilibrios en la demanda”, agregaron.
“La industria apoya la decisión del gobierno nacional de desgravar la carga fiscal del impuesto a los combustibles líquidos sobre el gasoil importado, permitiendo así aliviar la presión sobre los costos de importación. El sector continuará articulando las acciones necesarias para garantizar el suministro del combustible”, concluyó el comunicado de las refinadoras.
La crisis por el desabastecimiento de gasoil lleva varias semanas y se extiende a lo largo del territorio nacional. Según un relevamiento realizado entre el 5 y el 15 de junio por la Federación Argentina de Entidades Empresarias del Autotransporte de Cargas (Fadeeac), ya son 21 las provincias que presentan problemas de esta índole. En el mapa que arma la entidad para graficar la crisis, se agregaron Río Negro y Santa Cruz, que no aparecían en el informe anterior.De esta manera, la Patagonia y sus provincias petroleras también son impactadas por la escasez del tan preciado combustible y fueron identificadas por el color amarillo, lo que refleja la aparición de los primeros problemas asociados a la carga normal con la instrumentación de cupos, por ejemplo. “Estamos frente a un efecto de manta corta: hay desvío de combustible desde el Sur para intentar compensar la situación de las regiones más complicadas, en el Centro y Norte del país”, explicó el presidente de Fadeeac, Roberto Guarnieri.
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