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Censo 2022: por qué no se hizo una pregunta clave para muchas familias

“En mi casa somos cinco. Mamá, papá, mi hermano, el perro y el gato”, le respondió un nene de cinco años al censista cuando escuchó que preguntaba cuántos integrantes conforman su familia. “Me parece una falta total de consideración que no incluyan a los animales de compañía en el censo. Son parte del hogar y cuesta mucho mantenerlos”, se queja una de las tantas internautas que descargó su furia en la red social del pajarito por la invisibilización de los peludos de cuatro patas en el cuestionario.

La experiencia de Sandra Mercado fue diferente. Cuando la interrogaron sobre las edades de los seis integrantes de su grupo familiar, dudó si todos eran mayores de edad. "Ponele que tres son menores, pero calculamos que la perra es adulta porque ya tiene 12 años", señaló ante la perplejidad del censista. Y le pidió que anotara “familia multiespecie”, indicándole que entre paréntesis podía aclarar en puño y letra que se trataba de dos humanos y de cuatro inhumanos (tres perros y un gato).

De acuerdo a la última Encuesta Anual de Hogares del año 2018, sólo en los hogares de la Ciudad de Buenos Aires conviven 475.000 perros y 295.000 gatos, por lo que se estima que uno de cada dos hogares tiene mascota. La cantidad de perros se incrementó en un 10,4% entre 2014 y 2018 y en un 18% la población felina, según datos de Mascotas de la Ciudad.

En 2016, la Autoridad la Cuenca Matanza Riachuelo (ACUMAR) realizó un trabajo territorial para evaluar la situación ambiental de la zona. Tomó como muestra representativa los municipios de Avellaneda, Merlo, San Vicente, Cañuelas y La Matanza. Encontró que había un animal de compañía cada tres habitantes.

¿Por qué no se mide esta variable que es clave en muchos hogares? “No tenemos registros en otros censos del mundo sobre el tema de mascotas. Habría que estudiarlo. Es un tema para debatir, al igual que tantas otras preguntas que se podrían incluir. No es una temática para reflexionar hoy sino que podría discutirse para incorporar en el 2030”, responden desde el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC) ante la consulta de Clarín.

Para Elena Liberatori, titular del Juzgado en lo Contencioso Administrativo y Tributario Nº 4 de la Ciudad de Buenos Aires, sería interesante la inclusión de esta temática. “El relevamiento que se realizó esta semana estuvo focalizado en cuestiones habitacionales y sociales, pero no se indagó sobre la convivencia con seres sintientes y el censo muestra la cotidianeidad de nuestras vidas”, señala la magistrada a este diario y omite el término mascota porque tiende a cosificar.

Liberatori fue la jueza que, en 2015, reconoció por primera vez en el mundo como persona no humana a un animal: la orangutana Sandra, que cuatro años después dejó el Zoo porteño.

La jueza Elena Liberatori (centro) cuando fue a despedir al cambión que trasladó a la orangutana Sandra, en 2019.  Foto: Fernando de Orden / ArchivoLa jueza Elena Liberatori (centro) cuando fue a despedir al cambión que trasladó a la orangutana Sandra, en 2019. Foto: Fernando de Orden / Archivo

“Al igual que con la identidad, uno puede autopercibirse como una familia multiespecie, lo cual permitiría implementar políticas que impliquen a los compañeros no humanos. Por ejemplo, tutorías responsables para que no sean abandonados o resolver situaciones de las personas en situación de calle que no pueden ingresar a pernoctar en un parador con su perro que, muchas veces, es su único lazo afectivo. Hay disfuncionalidades institucionales en la asistencia social a quienes tienen vulnerabilidad porque no se tienen en cuenta estas problemáticas”, describe la jueza.

En la misma tónica, Andrés Gil Domínguez, representante legal de la Asociación de Funcionarios y Abogados por los Derechos de los Animales (AFADA), plantea que deberían estar incluidos porque son sujetos de derecho con facultades que deben ser contempladas aunque nuestro Código Civil y Comercial los considere cosas.

“Contar con este relevamiento serviría para diagramar políticas públicas respecto de los animales no humanos domésticos. Como eje fundamental sería necesario que el Estado ofrezca atención primaria, vacunación y esterilización, y brinde educación en derechos animales para que no sufran más violencia”, contempla.

Para muchas familias, las mascotas son un integrante más. Foto EFE / ArchivoPara muchas familias, las mascotas son un integrante más. Foto EFE / Archivo

“Deberían censarse para visualizar la evolución de las familias multiespecie en Argentina y comprender la densidad de las distintas especies en el país. Hoy, gran parte del gasto mensual de un hogar se destina a los animales”, reflexiona Melisa González Trajtman, Marketing Manager de Vitalcan, quien cree que los animales se consideran de la familia porque "hay pautas de crianza que involucran el cuidado integral de la salud, elección adecuada de alimentación, recreación conjunta y otros gastos que integran su presupuesto".

Familia multiespecie y seres sintientes

El concepto de familia multiespecie se originó en un fallo judicial a raíz del proceso contra un policía de Chubut por el asesinato de la perra Tita, en marzo de 2019. El juez Gustavo Daniel Castro determinó que los dueños del animal eran padre y madre de esta perra mestiza asesinada por un oficial de policía mientras aplicaba restricciones basadas en la cuarentena impuesta por la pandemia de Covid.

Así, consideró a “Tita” como “una persona no humana” y reconoció que forman una “familia multiespecie” debido a la integración del can (y otras tres mascotas) a la vida cotidiana familiar. “El animal ya no es una cosa sino un ser sintiente y con el derecho a que se le respete la vida”, fundamentó.

Tita, la perra que fue considerada persona no humana por un un juez en Chubut.Tita, la perra que fue considerada persona no humana por un un juez en Chubut.

La sintiencia es un concepto científico que paulatinamente se va incorporando a las normas jurídicas. Proviene de la Declaración de Cambridge sobre la Conciencia, de 2012, según la cual las estructuras neurobiológicas que hacen que los humanos tengamos dolor, tristeza o felicidad son las mismas que tienen los animales.

La orangutana Sandra fue el primer animal en todo el mundo cuyos derechos fueron reconocidos legalmente. En 2015, la jueza Liberatori la declaró persona no humana y ordenó al zoológico de Buenos Aires que la liberase. Hoy, Sandra reside en el Center of Great Apes (Centro para Grandes Simios) en Florida (Estados Unidos).

"Considerar a Sandra como sujeto de derecho implica directamente que su cautiverio y exhibición pública como objeto circense violan los derechos que ella titulariza por más que la alimenten, no la maltraten o la sometan a actos de crueldad", explica Gil Domínguez.

La orangutana Sandra, en el centro para grandes simios de Florida donde vive hoy. Foto: The Center for Great ApesLa orangutana Sandra, en el centro para grandes simios de Florida donde vive hoy. Foto: The Center for Great Apes

“La sintiencia da lugar a que los humanos reconozcamos a los animales como sujetos de derecho. Nos está hablando de una sensibilidad nueva, generalizada en la sociedad, que necesitamos para propiciar los cambios legislativos para que exista una conciencia social que motorice las acciones judiciales”, plantea Liberatori.

Estatuto jurídico

En nuestro régimen legal, los animales están pensados por el Código Civil y comercial en términos de objeto y, por ende, sometidos al régimen de propiedad. Sin embargo, empieza a existir jurisprudencia como el caso de Sandra o de la chimpancé Cecilia, liberada en Mendoza gracias a un hábeas corpus, que cuestiona la noción de animal objeto.

“Por un lado, existe legislación que considera a los animales como seres sintientes y por el otro, decisiones judiciales que empiezan a considerarlos como sujetos o personas no humanas. Es necesario deconstruir el eje antropocéntrico para hacer normas donde la naturaleza sea el centro", explica Valeria Berros, abogada e investigadora adjunta del Conicet.

Principalmente, en regímenes legales europeos se piensa en los animales como seres sensibles, sintientes y se tienden a cambiar las normas hacia ese marco. De hecho, en España, los animales de compañía tienen un estatuto jurídico diferente al de los bienes materiales porque son considerados "seres vivos dotados de sensibilidad" y no cosas, y se les confiere una consideración de miembros de la familia.

Cecilia (a la derecha) con otro chimpancé en el santuario de Brasil donde vive luego de ser liberada del zoológico mendocino con un habeas corpus. Foto EFE / ArchivoCecilia (a la derecha) con otro chimpancé en el santuario de Brasil donde vive luego de ser liberada del zoológico mendocino con un habeas corpus. Foto EFE / Archivo

La propuesta de "descosificación" de los animales se suma a cambios legislativos aprobados en otros países como Austria, Alemania, Suiza, Bélgica, Francia, Canadá y Nueva Zelanda.

Como inmortalizó el filósofo francés Jacques Derrida: “Las relaciones entre los hombres y los animales deberán cambiar”

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