Un cometa verde que pasa por la Tierra una vez cada 50.000 años podrá observarse este febrero desde Ecuador. Para que los aficionados de los fenómenos astronómicos puedan ver al cometa, el Observatorio Astronómico de Quito abrirá sus puertas.
En un comunicado, la entidad informó que los visitantes deberán inscribirse para ingresar al Observatorio y utilizar los telescopios electrónicos del lugar. Además, quienes asistan tendrán una explicación personalizada que será brindada por expertos en ciencias astronómicas.
Para registrarse gratuitamente, los interesados deberán ingresar a la dirección web: https://oaq.epn.edu.ec/index.php/resoaq/cometa-verde. Luego deberán llenar un formulario y seleccionar el día y hora de la visita entre tres opciones: del 1 al 3 de febrero, entre 21h00 y 24h00.
Según los científicos, nuestra generación podría ser la última en ver el cometa verde que pasa a toda velocidad junto a la Tierra desde los confines del sistema solar.
Los investigadores calculan que esta bola helada de gas, polvo y roca orbita alrededor del Sol cada 50.000 años aproximadamente, lo que significa que los neandertales aún caminaban por la Tierra y los humanos acababan de emigrar de África por primera vez cuando el cometa pasó por última vez.
“Algunas predicciones sugieren que la órbita de este cometa es tan excéntrica que ya no está en órbita, por lo que no va a regresar en absoluto y seguirá avanzando”, declaró a Newsweek Jessica Lee, astrónoma del Real Observatorio de Greenwich.
El cometa ZTF pasará a unos 26 millones de millas de la Tierra -lo más cerca que estará- el 2 de febrero. Eso es casi 109 veces la distancia media de la Luna, pero el cometa está ardiendo tan brillante que todavía podría ser visible en el cielo nocturno.
Aunque la Luna estará brillante y el cometa será “lo más débil que un objeto puede verse sin ayuda óptica en un cielo muy claro y muy oscuro”, según el Planetario Adler.
“Los cometas son notoriamente impredecibles, pero si este continúa su actual tendencia de brillo, será fácil de ver con prismáticos, y es posible que pueda ser visible a simple vista bajo cielos oscuros”, escribió la NASA, el 29 de diciembre.
Para una mejor observación, elegir una noche despejada y alejarse de las luces de la ciudad, en los cielos más oscuros posibles, es clave. Cuando la Luna esté en penumbra, o al menos cuando esté por debajo del horizonte, el cielo será aún más oscuro.
El cometa tiene una “coma verdosa, una corta y ancha cola de polvo y una larga y tenue cola de iones”, según la NASA. Las investigaciones de laboratorio han relacionado esta aura con una molécula reactiva llamada dicarbono, que emite luz verde cuando la luz solar la descompone.
El dicarbono es común en los cometas, pero no suele encontrarse en sus colas. Por eso, la coma -la neblina que rodea la bola de gas, polvo y roca congelados en el centro de un cometa- brilla en verde, mientras que la cola permanece blanca.
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