Además un 11% de los varones y un 5% de las mujeres atribuyó la discriminación al color de piel, un 9% de los varones y un 5% de las mujeres a una discapacidad, y un 8% de varones y las mujeres a la edad. Ninguna de las personas de otras identidades de género respondió haber sufrido disriminación por estos motivos

El trabajo que se llevó adelante permite afirmar que los empleados de otras identidades de género y las mujeres experimentan este tipo de situaciones con mayor frecuencia que los varones. "La alta preponderancia se debe a un complejo entramado que se vincula tanto a la asignación de tareas según género, los dobles estándares, como a la asociación de las mujeres al ámbito doméstico y a la realización de tareas de cuidado, o a estereotipos que limitan su acceso a espacios de liderazgo. Se sostienen desigualdades que naturalizan múltiples discriminaciones”, explicó luego.

Ante este escenario, más de la mitad de los entrevistados creen que hay oportunidades de mejora en el tratamiento que le dan las empresas a las temáticas de diversidad: el 25% cree que se hacen cosas pero sin llegar a comprometerse con la causa, y el 37% directamente no ve cambios y considera que las empresas son conservadoras. Un 19% ve un cambio positivo y otro 19% cree que se está en buen camino, pero faltan políticas y educación.