La prisión domiciliaria se cumple en casos de enfermedad que necesite atención especial o que sea terminal; discapacidad; embarazo; ancianidad (más de 70 años); o tener la mujer un hijo de menos de 5 años o estar a cargo de un discapacitado o por disposición judicial por falta de espacio en las unidades de detención.
El director del Servicio Penitenciario Claudio Cánovas señaló “Hoy tenemos 7 casos, cuatro en Río Grande y tres en Ushuaia” quien presentó el centro de monitoreo que el servicio controla desde Río Grande para supervisar la orden que hace dos años tiene validez.
Agregaron que están muy conformes, ya que es “es confiable, alerta de todo movimiento, si se salta el rango o perímetro inmediatamente nos salta la alarma y damos alerta a la Policía, incluso si se intenta cortar la pulsera o manipular la caja”, que es como un teléfono con chip mediante el cual hay una comunicación inmediata con el detenido.
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