Este año, se renuevan 127 lugares en la Cámara baja. Entre las fuerzas con mayor representación, La Libertad Avanza (LLA) arriesga apenas 8 de sus 39 bancas, producto de la ola de nuevos legisladores que ingresaron tras la elección presidencial que consagró a Javier Milei. Figuras como el economista José Luis Espert (presidente de la Comisión de Presupuesto y posible candidato a gobernador bonaerense) y Carolina Píparo, quien mantuvo idas y vueltas con el bloque, deberán revalidar sus escaños.
El PRO, sumergido en debates internos sobre si presentarse con o sin alianzas, expone 23 de sus 37 bancas. Entre los referentes que finalizan mandato figuran la exgobernadora María Eugenia Vidal y exministros como Alejandro Finocchiaro y Hernán Lombardi, junto a otros nombres de peso como Diego Santilli y Gerardo Millman. La gran incógnita es cuántos de estos dirigentes se postularán efectivamente y bajo qué estrategia electoral, dada la tensión con el Gobierno nacional.
Por su parte, Unión Por la Patria (UxP), que hoy cuenta con 98 legisladores, renueva 46. Entre ellos aparecen exfuncionarios de perfil alto, como Daniel Arroyo y Daniel Gollán, y dirigentes sindicales de renombre, como Sergio Palazzo y Hugo Yasky. Este bloque, que perdió recientemente al santafesino Roberto Mirabella, enfrenta el desafío de retener un caudal importante de bancas en un año que se anticipa complejo en materia de consensos.
La Unión Cívica Radical también tiene un desafío considerable. Su sector más cercano al oficialismo de Milei renueva 14 de 20 bancas, incluidas las de Rodrigo De Loredo y Martín Tetaz, mientras que la facción “díscola” (Democracia Para Siempre) pone en juego 9 de 12 escaños, con figuras como Facundo Manes y Danya Tavela. Esta división interna podría traducirse en distintas estrategias de campaña.
Del mismo modo, Encuentro Federal, liderado por Miguel Pichetto, renueva la mitad de sus 16 legisladores, con referentes como Emilio Monzó, Florencio Randazzo, Ricardo López Murphy, Margarita Stolbizer y Mónica Fein. Mientras tanto, la Coalición Cívica arriesga 4 de sus 6 bancas, situación que podría dejar muy reducida la representación del partido fundado por Elisa Carrió si no logra retenerlas en estos comicios.
La Izquierda —dividida en tres bloques— pondrá en riesgo 4 de sus 5 lugares en Diputados, con Christian Castillo como el único con mandato hasta 2027. En el resto de los bloques opositores más pequeños (Innovación Federal, Independencia, Por Santa Cruz y otros monobloques), casi todos sus diputados finalizan mandato, lo que vuelve incierto el futuro de esas bancadas provinciales.
En la Cámara alta se decidirá el destino de 24 escaños, repartidos en ocho distritos: Ciudad de Buenos Aires, Chaco, Entre Ríos, Neuquén, Río Negro, Salta, Santiago del Estero y Tierra del Fuego. El oficialismo libertario, que hoy posee 6 bancas, no arriesga ningún escaño propio este año, pero apuesta a incrementar su presencia respaldado en la popularidad del presidente Javier Milei y en la buena evaluación que, según afirman, mantiene su gestión económica.
El PRO, principal socio del Gobierno, tiene un total de 7 integrantes en el Senado y dos de ellos finalizan mandato: Guadalupe Tagliaferri (CABA) y Alfredo De Angeli (Entre Ríos). La UCR, con 13 bancas, pondrá en juego 2, entre las cuales sobresale Martín Lousteau, titular del partido y uno de los opositores más críticos a la Casa Rosada. Se prevé una fuerte competencia en la Ciudad de Buenos Aires, donde también terminan sus períodos Mariano Recalde (UC) y la senadora oficialista Tagliaferri.
El Gobierno nacional introdujo un proyecto para eliminar las Primarias Abiertas, Simultáneas y Obligatorias, aunque no está claro si podrá sumar los votos necesarios. Existe una alternativa intermedia para suspenderlas, escenario que valoran algunos gobernadores que ya definieron desdoblar sus elecciones legislativas provinciales, como Salta, Chaco, San Luis, Santa Fe y Ciudad de Buenos Aires. De no prosperar ningún cambio, las PASO se realizarían el 3 de agosto, con las generales el 26 de octubre.
En medio de esta discusión, la implementación de la Boleta Única Papel es otra de las novedades para 2025. La nueva modalidad concentrará a todos los candidatos legislativos en un solo documento y promete agilizar el proceso electoral. Para las fuerzas con menor estructura territorial, se presenta como un desafío adicional a la hora de difundir sus listas y conseguir la fidelidad del votante.
La conducción política del “triángulo del hierro” —integrado por Javier Milei, su hermana Karina y el asesor Santiago Caputo— confía en ampliar la base libertaria tanto en Diputados como en el Senado. Con un 50% de aprobación según algunas encuestas, el oficialismo considera factible obtener más de 30 bancas adicionales en la Cámara baja, lo que elevaría su núcleo a cerca de 90 integrantes. Pese a ello, no alcanzaría el quórum de 129 y mantendrá la necesidad de acuerdos con minorías u otros bloques cercanos.
Aún con el optimismo que muestran los libertarios, el panorama general es de cautela para todas las fuerzas. La falta de certezas sobre las PASO, la reconfiguración de alianzas y la puesta en marcha de la Boleta Única generan un abanico de conjeturas. Mientras algunos líderes buscan conservar posiciones, otros trazan planes ambiciosos: desde el oficialismo hasta los partidos tradicionales, todos intentan definir listas competitivas que equilibren la renovación con la continuidad de sus referentes más fuertes.
Lo que finalmente ocurra en las urnas determinará si el oficialismo consigue su objetivo de incrementar el poder legislativo o si la oposición logra reordenarse y hacerle contrapeso. El 2025 promete ser un año de definiciones sustanciales para el tablero político argentino.
1. La disputa en la Cámara de Diputados
2. UCR y bloques fragmentados
3. El juego de las minorías
4. El Senado también se mueve
5. La cuenta regresiva de las PASO
6. Debut de la Boleta Única Papel
7. Proyecciones para el oficialismo
8. Dudas y escenarios
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