Con la llegada de la primavera, el Zorzal Patagónico, una de las aves más emblemáticas de Tierra del Fuego, comienza a hacer notar su presencia. Su canto melodioso y potente se escucha frecuentemente en las madrugadas, marcando el inicio de su temporada de apareamiento. Esta especie es una de las trece variedades de zorzales presentes en Argentina y habita tanto en la Patagonia como en algunas zonas de Chile.
El Zorzal Patagónico es un ave versátil que prefiere zonas abiertas, montes y arbustos, aunque también se puede encontrar en los bosques fueguinos. Durante la temporada reproductiva, que se extiende de agosto a febrero, las vocalizaciones del zorzal se vuelven más intensas, utilizadas tanto para atraer pareja como para establecer territorios.
A pesar de ser una especie común, su costumbre de nidificar a baja altura en arbustos lo hace vulnerable a depredadores como los gatos domésticos que deambulan libremente por las ciudades. Estos animales, a menudo, cazan zorzales por instinto, incluso sin la intención de alimentarse de ellos.
El zorzal emite dos tipos de vocalizaciones principales. Una es el canto musical que se escucha durante las madrugadas, y la otra es un sonido de alarma que utiliza para advertir la presencia de peligros en su territorio. Este llamado no solo alerta a otros zorzales, sino que también busca distraer a los posibles depredadores del nido, una estrategia similar a la utilizada por otras especies como los teros.
La contaminación lumínica en las ciudades puede confundir a las aves, haciéndoles creer que es de día y provocando que canten en horarios inusuales, como durante la noche. Además, cuando llueve, las aves suelen buscar refugio para evitar mojarse, ya que esto podría afectar su capacidad para mantener su temperatura corporal.
El Zorzal Patagónico es solo una de las muchas especies que enriquecen la biodiversidad de Tierra del Fuego, y su característico canto anuncia la llegada de una nueva temporada de vida y actividad en la región.
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