A partir de hoy, el personal de Aduanas se unirá a un paro nacional que se extenderá por tres días, en respuesta a las medidas de ajuste en la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP) anunciadas por el presidente Milei. Este ajuste incluye la posible readecuación salarial del personal jerárquico y la desvinculación de más de 3.155 empleados permanentes.
En una asamblea general realizada en la sede de la Aduana en Buenos Aires, los trabajadores expresaron su rechazo unánime a las decisiones gubernamentales, que consideran "unilaterales, arbitrarias e inconstitucionales". Marcelo Ciordia, presidente de la Federación de Funcionarios Aduaneros y de la Recaudación Fiscal de América del Sur, destacó que durante los días de paro habrá un "apagón" de los sistemas informáticos entre las 10 y las 12 horas, lo que afectará la tramitación de personas en los pasos fronterizos.
Si bien el paro impactará el tránsito en los pasos de frontera, los trabajadores han hecho hincapié en que intentarán mitigar las molestias para los turistas, priorizando las demoras en el transporte de carga. "Buscamos que el paro no afecte al turismo", afirmaron desde el gremio, mientras se preparan para una serie de movilizaciones que podrían incluir acciones judiciales para defender los puestos de trabajo amenazados.
Los dirigentes sindicales han manifestado que llevarán a cabo todas las acciones necesarias para proteger los empleos de sus afiliados y han dejado claro que quienes son responsables de estas medidas deberán afrontar las consecuencias políticas y penales de sus decisiones. Además del paro y el apagón informático, se convocará un plenario nacional de trabajadores aduaneros para determinar los próximos pasos a seguir en esta creciente tensión con el gobierno.
La situación plantea un futuro incierto para miles de empleados públicos, en un contexto donde las medidas de ajuste del gobierno han despertado el descontento de diversos sectores laborales.
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