La directora de Programas Específicos, Julia Cortázar, a cargo del subsidio de gas envasado, fue consultada por Radio Universidad 93.5 sobre la cantidad actual de beneficiarios, y dijo que, de los 8.000 inscriptos en toda la provincia, “los usuarios activos son 7.200 personas”, entre las tres localidades. “Más o menos se reparte un 49% en Ushuaia, otro 49% en Río Grande y un 2% en Tolhuin”, indicó.
“Es un subsidio que tiene tres partes. Está implementado por una ley nacional, de una parte se hace cargo el gobierno nacional, de otra parte el gobierno provincial y otra parte la aporta el usuario. De cada kilo de gas, que cuesta 72 pesos, el gobierno nacional se hace cargo de 5,13 pesos, el gobierno provincial aporta 54,87 pesos, y el usuario paga 2 pesos. No es que se diferencie el subsidio por garrafa, tubo o zeppelin, sino que todos los meses se le habilita a esos 7.200 usuarios una determinada cantidad de kilos. En los meses de verano, que van de octubre a abril, se habilitan 240 kilos, y entre mayo y septiembre son 450 kilos. Después cada familia nos dice qué envase va a usar”, explicó.
“Esto se trabaja con una tarjeta magnética, como si fuese una tarjeta de débito, y ahí volcamos la información sobre la forma en que se van a descargar esos kilos de gas, si son en una garrafa, en un tubo o en un zeppelin. A todos se le subsidia la misma cantidad de kilos. En el mes de abril, con el tema de la cuarentena, el gobierno provincial otorgó una carga extra de 110 kilos para todas las familias, porque iban a estar más tiempo en la casa y el consumo aumenta”, sostuvo, por lo cual el límite en lugar de 240 kilos pasó a ser de 350 en abril, y a partir de mayo entran en los parámetros de la temporada invernal.
“Si los vecinos requieren más cantidad de kilos por mes, tienen que hacer una operatoria particular con las empresas. El subsidio es solamente para el consumo residencial, es decir que no incluye hotelería. En el caso de establecimientos rurales, si viven en el lugar y no pasa la red de gas por la puerta, pueden recibir el subsidio”, dijo.
“El principal requisito es ser residente en la provincia, y el lugar donde viven no tiene que tener una red de gas que pase por la puerta. Pueden presentar un decreto de adjudicación o un título de propiedad donde conste que la persona que solicita el subsidio está vinculada con el domicilio donde se va a entregar el gas envasado y vive efectivamente allí. Seguimos sosteniendo el mismo ritmo de inscripciones y tratamos de gestionar todas las solicitudes e inquietudes que tengan los vecinos”, señaló.
Respecto de la situación con las distribuidoras, aseguró que “tenemos una relación de permanente diálogo con las empresas Gas Austral y Sartini, porque son una pieza central para que esos 7.200 usuarios puedan recibir este beneficio. Tenemos una agenda de pagos coordinada con ellos y las empresas responden ante cada necesidad que tenemos. Siempre hemos tenido una buena predisposición de parte de ellos”.
“Todas las quejas que recibimos las vamos gestionando. Implementamos un Whatsapp y recibimos todo tipo de demanda o inconvenientes que tengan los usuarios, que pueden ser problemas con la empresa, extravío de la tarjeta, entre otros temas”, dijo.
Con respecto a algunas garrafas que se observan en medio de la montaña, conectadas por mangueras a las viviendas, advirtió que “nosotros no tenemos injerencia en la entrega y colocación correcta de la garrafa, y la entrega también la gestiona el usuario con la empresa. Nosotros nos ocupamos de la documentación que nos tienen que presentar los usuarios cuando quieren inscribirse, hacemos las presentaciones a nación de los consumos, y lo único que hacemos es subsidiar la cantidad de kilos. Después cada familia decide a qué empresa le compra”.
“Si la familia no usa los 450 kilos del mes, no puede acumular el remanente para el mes siguiente. Cuando no consumen todos los kilos del mes, se caen, y la provincia paga solamente por lo consumido”, concluyó.
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