En diálogo con Minuto Fueguino, la doctora Cintia Borda y la licenciada Sandra Rojas, integrantes del CUCAI Zona Norte en Tierra del Fuego, brindaron detalles sobre la situación actual de la donación de órganos en la provincia, con énfasis en la lista de espera y los desafíos que enfrenta el sistema.

La doctora Borda comentó que la unidad de procuración del hospital trabaja de manera organizada y dio detalles sobre el trabajo realizado en los últimos años: “Hace unos años la unidad de procuración del hospital está conformada. Podemos decir que damos respuesta a los potenciales donantes que aparecen”. En 2022, se registraron dos donantes en la provincia, uno multiorgánico, otro monoorgánico, y también donantes de tejidos. Además, explicó que el trabajo no se limita a la donación en sí, sino que también involucra el seguimiento de pacientes con afecciones neurocríticas graves, y destacó el trabajo conjunto entre los hospitales de Ushuaia y Río Grande.

Sobre la lista de espera, la licenciada Rojas detalló los números actuales: "En la provincia tenemos lista de espera renal, que es la más grande. Hay 34 pacientes esperando un riñón, 1 paciente esperando renopancreas, 4 esperando un hígado, 2 esperando un pulmón y 1 paciente en lista de espera de tejidos que espera esclera". Explicó que de los 167 pacientes en diálisis, solo el 20% se encuentra en lista de espera. Sin embargo, reconoció el desafío de aumentar esta cifra: “Estamos trabajando en diferentes puntos, desde el INCUCAI, buscando estrategias para acelerar el proceso de ingreso a lista de espera”.

Al consultarle sobre los obstáculos que enfrentan los pacientes para ingresar a la lista, la licenciada Rojas detalló las causas: "En primer lugar, tiene que tener la indicación del médico de cabecera, que en este caso sería su centro de diálisis y su nefrólogo. Tenemos pacientes que, por su propia voluntad, no quisieron acceder a los estudios pretransplante; 16 pacientes, que forman el 10% de los 167 pacientes en diálisis”. A ello se suma un 25% de contraindicaciones médicas que impiden el ingreso a la lista, y un 34% de pacientes indicados, pero con demoras significativas: “Lo ideal es que el tiempo desde la indicación hasta el ingreso a la lista de espera sea de 120 días o menos, pero en nuestra provincia los pacientes tardan entre 350 y 500 días”, explicó.

Rojas destacó que estos tiempos excesivos son consecuencia de los procesos administrativos de las obras sociales y organismos de salud pública, que deben autorizar evaluaciones, estudios y traslados. Además, puntualizó que algunos equipos de trasplante no aceptan estudios realizados en la provincia, lo que obliga a los pacientes a viajar a otros lugares y genera más demoras: “Eso lleva muchísimo tiempo. Depende del financiador que autorice el traslado, la estadía y los estudios en otro centro”, comentó.

La situación, aunque compleja, podría mejorar si se agilizan los tiempos de autorización y coordinación de los estudios. "Creo que se pueden mejorar los tiempos para que nuestros pacientes no tengan que esperar 500 días para ingresar a la lista de espera. La norma dice 120 días o menos", concluyó la licenciada Rojas.