La directora del Hospital Regional Río Grande, Dra. Viviana Müller, analizó en el programa Buscando el Equilibrio de Radio Provincia los principales desafíos de la institución, en un contexto de creciente demanda y limitaciones financieras.
"La situación es muy compleja; el hospital tiene una demanda de atención enorme, tanto de manera ambulatoria como en internación. Hace meses que venimos con un 100% de ocupación de camas. Esto se debe a varios motivos, como el aumento de personas sin obra social y también a quienes, pese a tener cobertura, se quedaron sin servicios efectivos", explicó Müller. Actualmente, el hospital atiende diariamente entre 55 y 60 pacientes internados, lo que representa una carga significativa en términos de insumos y personal.
Sobre la capacidad de internación, detalló: "Contamos con 10 camas de terapia intensiva, compartidas con la unidad coronaria; 7 de terapia pediátrica, 12 de pediatría general, 20 de cirugía y 20 de clínica médica. Además, tenemos maternidad, aunque reducida por la rotura de un caño que inundó el sector y dejó sin electricidad las instalaciones. Esperamos que pronto se licite la obra para restablecer el servicio".
La directora del Hospital Regional Río Grande, Dra. Viviana Müller, analizó en el programa Buscando el Equilibrio de Radio Provincia los principales desafíos de la institución, en un contexto de creciente demanda y limitaciones financieras.
"La situación es muy compleja; el hospital tiene una demanda de atención enorme, tanto de manera ambulatoria como en internación. Hace meses que venimos con un 100% de ocupación de camas. Esto se debe a varios motivos, como el aumento de personas sin obra social y también a quienes, pese a tener cobertura, se quedaron sin servicios efectivos", explicó Müller. Actualmente, el hospital atiende diariamente entre 55 y 60 pacientes internados, lo que representa una carga significativa en términos de insumos y personal.
Sobre la capacidad de internación, detalló: "Contamos con 10 camas de terapia intensiva, compartidas con la unidad coronaria; 7 de terapia pediátrica, 12 de pediatría general, 20 de cirugía y 20 de clínica médica. Además, tenemos maternidad, aunque reducida por la rotura de un caño que inundó el sector y dejó sin electricidad las instalaciones. Esperamos que pronto se licite la obra para restablecer el servicio".
Müller subrayó que, en algunos casos, los pacientes requieren aislamiento por enfermedades infecciosas, lo que complica aún más la disponibilidad de camas.
En relación con el financiamiento, la directora destacó que el hospital depende en gran medida del recupero de prestaciones facturadas a obras sociales, aunque los pagos suelen ser irregulares. "La OSEF nos debe 800 millones, y hay obras sociales como la UOM que no pagan desde enero de 2023. Algunas obras sociales han hecho planes de pago, pero otras mantienen deudas de más de dos años. Esto es solidario: lo que ingresamos se reinvierte en el hospital", señaló.
Müller también lamentó las dificultades para sostener los costos operativos. Por ejemplo, indicó que solo los insumos para el servicio de diálisis, que atiende a 63 pacientes mensualmente, representan un gasto de 47 millones de pesos. "El hospital es público, pero no gratuito. Los aportes de las obras sociales son esenciales para garantizar la atención", enfatizó.
El hospital cuenta con aproximadamente mil empleados, entre profesionales y personal de apoyo. En este sentido, Müller destacó: "El gobierno cubre los sueldos, lo cual es una gran ventaja. Sin embargo, el resto de los gastos depende de una gestión eficiente del recupero y de las compras. Muchas veces los procesos burocráticos nos obligan a pagar más caro o tardar demasiado en adquirir insumos".
Por último, expresó la necesidad de estrategias que permitan atraer y retener profesionales, especialmente en áreas críticas como maternidad, donde recientemente se perdieron cuatro médicos. "Impulsamos modalidades como el part time, que permite una mayor flexibilidad laboral sin bloquear el título del profesional", concluyó.
En relación con el financiamiento, la directora destacó que el hospital depende en gran medida del recupero de prestaciones facturadas a obras sociales, aunque los pagos suelen ser irregulares. "La OSEF nos debe 800 millones, y hay obras sociales como la UOM que no pagan desde enero de 2023. Algunas obras sociales han hecho planes de pago, pero otras mantienen deudas de más de dos años. Esto es solidario: lo que ingresamos se reinvierte en el hospital", señaló.
Müller también lamentó las dificultades para sostener los costos operativos. Por ejemplo, indicó que solo los insumos para el servicio de diálisis, que atiende a 63 pacientes mensualmente, representan un gasto de 47 millones de pesos. "El hospital es público, pero no gratuito. Los aportes de las obras sociales son esenciales para garantizar la atención", enfatizó.
El hospital cuenta con aproximadamente mil empleados, entre profesionales y personal de apoyo. En este sentido, Müller destacó: "El gobierno cubre los sueldos, lo cual es una gran ventaja. Sin embargo, el resto de los gastos depende de una gestión eficiente del recupero y de las compras. Muchas veces los procesos burocráticos nos obligan a pagar más caro o tardar demasiado en adquirir insumos".
Por último, expresó la necesidad de estrategias que permitan atraer y retener profesionales, especialmente en áreas críticas como maternidad, donde recientemente se perdieron cuatro médicos. "Impulsamos modalidades como el part time, que permite una mayor flexibilidad laboral sin bloquear el título del profesional", concluyó.
Compartinos tu opinión