El panorama para los trabajadores de la construcción en la provincia continúa siendo crítico, con un nivel de desocupación que, según estimaciones, supera el 80%. Así lo manifestó el secretario general de la UOCRA en Tierra del Fuego, Julio Ramírez, quien expresó su preocupación por la falta de actividad en el sector. Aunque recientemente dos empresas iniciaron trabajos en el campo, el impacto en la generación de empleo ha sido mínimo, ya que solo se incorporaron unos 20 operarios. "Eso no cambia la realidad, seguimos igual", afirmó.

Ramírez hizo hincapié en el estancamiento de la obra pública, asegurando que actualmente se encuentra completamente paralizada. Según el dirigente sindical, la situación responde a la falta de inversión a nivel nacional, lo que impide la reactivación de proyectos en la provincia. “El municipio en Río Grande hace lo que puede, pero el Gobierno Provincial no ha podido iniciar ninguna obra. No sé si es porque no hay fondos, pero la realidad es que todo está detenido y nadie toma cartas en el asunto”, sostuvo.

En cuanto a la situación de los trabajadores, el dirigente indicó que muchos intentan subsistir realizando tareas ajenas al rubro, como el mantenimiento de espacios verdes. “Los compañeros están cortando el pasto, tratando de encontrar cualquier alternativa para llevar algo a sus casas”, lamentó. Además, cuestionó la falta de respuestas de las autoridades locales y nacionales, recordando que gran parte de los trabajadores confiaban en el actual Gobierno Nacional, pero hoy sienten que fueron defraudados.

El secretario general también se refirió a la incertidumbre en torno a proyectos de infraestructura que se anunciaron pero nunca comenzaron. “Hablaban del puerto, que arrancaría en enero, después en febrero, ahora en marzo, y seguimos sin novedades. En Ushuaia, Mirgor realiza estudios de suelo en distintos puntos, pero nada se concreta. Todo queda en promesas y análisis técnicos sin avances reales”, denunció.

Por último, Ramírez describió la situación económica como insostenible y criticó la falta de poder adquisitivo de la población. “Dicen que la inflación bajó, pero la gente no puede comprar comida de lo cara que está. Es lógico que la inflación caiga si nadie consume. Este gobierno ha sido el peor que hemos tenido en años, y eso está a la vista”, concluyó con preocupación.