Después del paro de 24 horas que se llevó a cabo el jueves pasado y la nutrida movilización que cruzó una parte del centro porteño (con réplicas en otras capitales provinciales), la Asociación Bancaria y los representantes de los bancos públicos y privados retomaron las negociaciones informales tratando de acercar posiciones.
Por un lado, el gremio que conduce Sergio Palazzo no se quiere mover del aumento salarial del 60%, mientras que los representantes de Abappra, ABA, ABE y Adepa proponen un 55% de incremento.
La diferencia no es tan importante en cuanto a porcentajes. El problema es la cantidad de tramos en los que se haría efectiva la mejora.
Mientras La Bancaria reclama dos cuotas, los empresarios proponen un retroactivo a enero 15 % (incluyendo enero, febrero, marzo); y un 27% a partir de abril, llegando a octubre con un 55 %. Es decir, pagarían en abril en forma acumulada el 15% de los sueldos del primer cuatrimestre del año para después continuar con sucesivos porcentajes.
El gremio que conduce Sergio Palazzo no se quiere mover del aumento salarial del 60%
Cláusula de revisión en noviembre
Asimismo, plantearon que en noviembre habría una nueva reunión para analizar la evolución de la inflación y determinar si corresponde una corrección para no afectar el poder adquisitivo de los trabajadores y trabajadoras. Fuentes de las entidades crediticias remarcaron que "en los años anteriores, los bancos siempre compensaron la inflación, y este año se comprometieron a hacerlo otra vez".
Voceros gremiales señalaron que "la propuesta de las patronales es inadmisible, primero por lo que vienen ganando y segundo porque se desconoce el mandato del Presidente de la Nación, quien claramente manifestó que los sueldos deben superar a la inflación", al tiempo que remarcaron que "las cámaras siguen sin oír a los trabajadores y trabajadoras". Sin embargo, dejaron entrever que la banca pública estaría más permeable a un acuerdo.
Mientras se siguen desarrollando negociaciones para limar diferencias, el ministerio de Trabajo convocó a las partes a una audiencia el jueves próximo, donde la falta de acuerdo dispararía la profundización del plan de lucha con un paro en la actividad por 48 horas, entre otras medidas, que sólo podría evitarse si la cartera laboral que conduce Claudio Moroni decide intervenir dictando la conciliación obligatoria.
Están abiertos los canales de diálogo
Algunas fuentes intentan ser optimistas, explicando que se abrieron canales de diálogo entre las partes y que, por otro lado, el cierre de varia paritarias superando el 60% de aumento avalarían a los empresarios bancarios de aceptar el reclamo. En tanto, la Asociación Bancaria podría conformarse con tres tramos del 20% y adelantar la cláusula de revisión para octubre.
La organización gremial insistió en que "invitamos a las cámaras empresariales, especialmente a las privadas, a reflexionar urgentemente, ya que siguen mirando solo su conveniencia, producto de su avaricia y sus rentabilidades de manera mezquina, sin importarles avasallar nuestros derechos.
Reclamo gremial basado en datos de los propios bancos
El gremio sostuvo que "nuestra demanda está basada en datos referidos al proceso inflacionario que las entidades financieras declaran en el Relevamiento de Expectativas de Mercado (REM) ante el Banco Central (BCRA) para este año".
La paritaria del sector venció el 31 de diciembre y, como es costumbre, se pactaron sumas fijas para el trimestre enero, febrero y marzo, mes en el que las negociaciones entre las partes se fueron acelerando. Pero en lugar de acercamientos, las posiciones se fueron ampliando por los efectos de la inflación.
En lo que va del año, el personal bancario solo cobró una mejora para el primer trimestre, que estableció $10.000 en enero, $14.500 en febrero y $14.500 en marzo para todo el personal.
"No tienen en cuenta el esfuerzo del personal"
Palazzo advirtió que las cámaras empresariales "tampoco dan respuesta a los restantes puntos presentados y planteados, como por ejemplo la regulación de la ley de teletrabajo, guardería universal, tercerizaciones, desarticulación del trabajo bancario, reconversión de los puestos laborales respecto del avance tecnológico, frenar los cierres de sucursales, derogar las circulares del BCRA que permiten brindar servicios financieros por fuera del sistema bancario, entre otros".
Asimismo, remarcó que "no tienen en cuenta el esfuerzo que realizan a diario los trabajadores y trabajadoras, la situación del país y las graves consecuencias económicas derivadas de la pandemia; ignoran que el tiempo pasa y las necesidades aumentan, lo hacen mirando para otro lado, pues solo les interesa su rentabilidad y seguir ganando más y más a costa de cada uno de nosotros".
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