En diálogo con Radio Nacional Ushuaia, Ángelo Querciali, presidente de la Cámara de Comercio de Ushuaia, sostuvo que el horario de 8 a 13 propuesto por la asociación bancaria “para nosotros es inviable, no es práctico y va totalmente en contra de la operación comercial de la ciudad y de las costumbres de la ciudad. Las mañanas son duras y este tema ya se habló mil veces”, dijo, dado que se debatió a fines de 2015, cuando se sancionó la ley y fue vetada.

“Yo entiendo que el bancario quiera tener un mejor horario e irse a la una de la tarde, pero todos queremos tener un mejor horario. Es un servicio público y deben adaptarse al mejor horario posible. Los comercios también tratamos de brindar el mejor servicio al cliente, como debe hacerlo el banco, sea estatal o privado”, reclamó.

Observó que “en Estados Unidos, el país más bancarizado del mundo, abren desde las 9 de la mañana a las 6 de la tarde, también abren los sábados y la mayoría abre los feriados. Ahora el jubilado que espera hasta las 10 para que lo atiendan, va a tener que ir antes de las 8 a hacer cola”, cuestionó.

Dio a conocer la contrapropuesta que le hicieron al gremio, “porque queremos que tengan su tiempo libre y su salario digno, por eso planteamos que atiendan desde las 9 a las 6 de la tarde y, si tienen que poner más empleados, lo tendrán que hacer porque es una cuestión de servicio, como lo hace el comercio que debe hacer dos turnos. Si no, siempre estamos cautivos, porque al banco tenemos que ir todos y no hay opción para elegir”, subrayó.

“Yo llevo a mi hijo al colegio todas las mañanas y de 8 a 10 no se ve a nadie en la calle, recorriendo vidrieras o esperando que abran los negocios. No hay absolutamente nadie. Ellos dicen que abramos más temprano, pero hay que cambiar el horario de todas las empresas para comodidad de un sector, y me parece una falta de respeto”, fustigó.

Afirmó que esta propuesta “se hizo en la Cámara de Comercio, delante de todo el mundo, para que los empleados administrativos entren a las 8 de la mañana. Yo no le encuentro fundamento alguno, salvo la comodidad de un sector”, insistió.

“He hablado con muchos empleados bancarios y tengo mis serias dudas de que estén de acuerdo con esto, por lo menos en la banca privada. Y el usuario común no quiere esto”, sentenció Querciali.