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Este sábado por la mañana, la Red Nacional de Familiares de Víctimas de Tránsito llevará adelante una nueva edición de la campaña de concientización vial «Estrellas Amarillas».
En este caso, el homenaje será particular porque recordará al querido y recordado ex intendente de Tolhuin, Raúl Gerardo Pérez, quien falleció en un accidente el 19 de mayo de 2000.
Primer Intendente elegido democráticamente en el joven Municipio de Tolhuin, Pérez atravesaba su segundo mandato al momento de sufrir el siniestro que le quitó la vida, a la altura del kilómetro 3022, sobre la Ruta Nacional Nº 3.
En ese lugar, en cercanías de Ushuaia, fue donde perdió el control de su camioneta Jeep Gran Cherokee que volcó y en el vuelco se fue su vida: allí se pintará una estrella amarilla y se colocará la cartelería alusiva.
Raúl Pérez, el mejor intendente de Tolhuin
acido en La Paz, una pequeña localidad mendocina, Raúl Gerardo Perez llegó de muy chico con su familia a Río Grande. Se educó en el colegio Don Bosco y, ya adolescente, viajaría a Tucumán donde cursó estudios superiores y egresó con diploma de honor y el título de Profesor en Ciencias Jurídicas y Contables.
Volvió a Río Grande, trabajó un tiempo de mozo en una confitería céntrica, hasta que encontró su lugar en el mundo al aceptar algunas horas como profesor en la naciente escuela secundaria “Trejo Noel” de Tolhuin.
Junto a Cecilia Ramírez (primera directora) se lo considera co-fundador del Colegio, del que, además de docente fue su primer Secretario.
Por sus conocimientos fue llamado por doña Elena Rubio de Mingorance para colaborar ad-honorem en la Convención Constituyente. Así, se afirmó como un apasionado de la política y un importante referente del Movimiento Popular Fueguino.
En 1991 fue el primer candidato a legislador por el partido provincial y ocupó la banca hasta 1995, siendo el primer vecino de Tolhuin que llegó a representar a la población en la Legislatura Provincial.
Llegaría entonces el momento de conducir los destinos de la pequeña localidad, en plena expansión. En 1999 alcanzaría la reelección, a pesar de la salvaje oposición que sufrió (llegó a jurar el cargo en la plaza, porque los concejales peronistas le habían tomado el Concejo) y a fuerza de gestionar, aprovechando la ayuda que el propio MPF en el poder le hacía llegar desde el gobierno provincial.
En ese tiempo concretó la adquisición del edificio propio para el Colegio Trejo Noel; culminó la obra del Polideportivo, amplió la “salita”, dando forma al Centro Asistencial de Tolhuin, impulsó la construcción de la planta de agua potable y logró que entre el gobierno provincia y Vialidad Nacional asfaltaran el circuito de ingresos a la localidad, conjuntamente con la pavimentación de la ruta 3 en esa zona.
Ya estaba en pleno ejercicio de su segundo mandato cuando llegó el aciago 19 de mayo de 2000. Había participado de los festejos de los 10 años del Colegio que era como su hogar. Salía de vacaciones con su familia y para ello debía abordar un avión en Ushuaia, pero nunca llegó. En el camino escarchado perdió el control de su camioneta Jeep Gran Cherokee que volcó y en el vuelco se fue su vida.
El cortejo fúnebre que trajo el féretro a Río Grande para la despedida final en la Iglesia Don Bosco tenía algunos kilómetros de largo. Tolhuin lo lloraba y la política lo extrañaría por siempre.
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