(Lorena Uribe) Desde la semana pasada, el actual fiscal de la causa, el Dr. Eduardo Tepedino, junto a personal de la Policía Provincial que trabajó desde el inicio de la investigación por la desaparición de Sofía Herrera, se trasladaron hasta Pilar, provincia de Buenos Aires, lugar en que, había aparecido una pequeña de similares características a las que hoy, podría tener Sofi. Lamentablemente, después de varios días de expectativas y esperanzas renovadas, un examen de ADN, indicó que no era Sofía.
La pista que llevó a los investigadores y al propio fiscal, con la anuencia del, hasta ahora juez que lleva adelante toda la investigación, el Dr. Eduardo López, hasta Pilar, provincia de Buenos Aires; reunía todos los condimentos necesarios para renovar esperanzas y expectativas en torno a esta causa que sin duda alguna marco la vida de los fueguinos. Los nervios y la ansiedad eran un factor común, no solo en los investigadores, sino también en los padres de Sofía; María Elena Delgado y Fabián Herrera, quienes, desde la semana pasada, guardaron sigilosamente, esta pista que ahora, tristemente debemos decir que no condujo a Sofía. Elena recibió una fotografía de una niña de unos 11 años, que poseía algunos rasgos muy parecidos a su Sofi, sin embargo “hace tanto tiempo que no veo a mi hija que no puedo saber si es ella” enfatizo la mamá de la pequeña desaparecida. Esa imagen fue trasladada a los investigadores que, de inmediato comenzaron con las actuaciones para saber detalles sobre esta niña. La nena de la foto está desde hace unos tres meses en una granja terapéutica, lugar en que fue dejada por sus padres. La niña necesita asistencia profesional permanente ya que posee cierto retraso madurativo. La nena de la foto, además, tenía un DNI, en el cual figuraba un nombre y apellido, sin embargo, el parecido con Sofía y las esperanzas renovadas, ponía en tela de juicio cualquier elemento probatorio que indicara que esa pequeña tenía una familia. Lo cierto es que, el trabajo conjunto desde el Juzgado de Instrucción a cargo del juez Eduardo López, y uno de los Juzgados de Garantías de provincia de Buenos Aires, permitió que la labor se efectuara con rapidez, por lo que, de ese modo, se logró tomar muestras a la niña, para poder cotejarlas con el ADN de Sofía. La espera se tornó casi interminable, y ayer por la mañana, la verdad fue develada. No era Sofía. Pese a ello, y al dolor que pueda causar este resultado, la palabra del juez Eduardo López es clara: “La posibilidad de que Sofía esté viva es indiscutible”; mientras María Elena aseguró días atrás en un programa televisivo de alcance nacional: “Nunca dejé de creer que Sofía está viva”.
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