Esta mañana se llevó adelante en el Salón Conrado Wittahus de Tribunales de Ushuaia, la etapa de alegatos en la audiencia en la que se trata de determinar las responsabilidades penales de un hombre, que causó diversas heridas en el cuerpo de un niño, y de la madre del menor.
El primero en alegar fue el representante del Ministerio Público Fiscal, Doctor Eduardo Urquiza, quien describió todas las heridas que fueron certificadas en el cuerpo del niño, cuando ingresó al hospital local, luego de la denuncia que efectuara el abuelo materno ante la Policía.
Asimismo, hizo mención a la declaración testimonial de la hermana del niño de 5 años, quien en Cámara Gessel contó que había escondido el palo con el que le pegaban a su hermano para que el imputado no lo encontrara y de esa forma cesara la violencia.
“El imputado aumentó inhumanamente y de forma deliberada el sufrimiento del niño, provocándole fractura de cráneo, cefalohematoma, múltiples hematomas en cara, cabeza, espalda, muslo, abdomen, excoriaciones en tórax, entre otras lesiones, razón por la cual el niño llegó al examen médico llorando, debido al dolor”, resumió el Fiscal Urquiza.
También, dio cuenta del informe de la Licenciada Aracena, perito del Poder Judicial, quien en el encuentro que tuvo con el niño, lo notó “verborragico y tembloroso; evidentemente dolorido por las heridas que tenía en su cuerpo”, haciendo referencia como autor de ello, al imputado, quien “arrojó agua caliente en los pies, golpeó con cables, cigarrillos, y palos”.
Respecto de la madre del niño, el Fiscal Eduardo Urquiza, afirmó en su alegato que la mujer “abandonó a su suerte” al niño, y que siendo la progenitora, tenia dominio, poder y deber para frenar esa situación de violencia y nada hizo; sino que se mostró esquiva”
El representante del Ministerio Público Fiscal, pidió al Tribunal de Juicio, condene al imputado a la pena de 7 años de prisión efectiva por el delito de lesiones graves, agravadas reiteradas por su comisión con ensañamiento, y a la mujer a la pena de 7 años de prisión efectiva por el delito de abandono de persona agravado por el vinculo y por haber resultado rave daño en la salud de la víctima.
Por su parte, el Defensor ante el Superior Tribunal de Justicia, Doctor Gustavo Ariznabarreta, quien asistió al imputado, sostuvo en su alegato que “no hay testimonio en primera persona de la víctima” sino palabras de terceros, tales como la declaración de la hermana del niño, de la Licenciada Aracena y de la pareja del abuelo materno, “cuando el verdadero testigo es el niño, que no declaró”.
Para el Defensor “la prueba no es completa ni suficiente”, por lo que pidió a los jueces tener en cuenta el beneficio de la duda, motivo por el cual pidió la absolución de su defendido, y que en caso de haber condena se califique de modo distinto.
Finalmente, la Defensora Pública, Doctora María Eugenia Díaz, quien asiste a la madre del niño en el proceso, pidió tener en cuenta el contexto de vida de la mujer, haciendo referencia a la cuestión de “género, y la salud psicológica y física de ella”.
“No abandonó a su hijo, lo cuidó con los medios que tenía a su alcance, y los testigos dieron cuenta de cómo era como madre hasta antes que estuviera en pareja con quien hoy se encuentra imputada con ella”, acentuó la funcionaria judicial.
En tal sentido, Díaz precisó que la mujer “no podía vislumbrar el riesgo porque ella misma está en riesgo, y tiene un síndrome de alienación que sufren las personas víctimas de violencia; siempre ha sido víctima de violencia y ha recibido golpes de sus ex parejas”.
Su defendida “no conoce el peligro ni identifica la violencia porque ya lo tiene naturalizado, la incorporó como un modo de vida. Ella es tan víctima como su hijo, hasta el punto que no fue capaz de modificar su entorno”, dijo finalmente.
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