Walter López será trasladado este martes a los Tribunales del ex campamento YPF, donde será indagado respecto de la imputación por el crimen de Adrián Garelli Camus, hecho ocurrido el fin de semana, en las calles de Chacra IV.
La autopsia reveló que fueron dos los impactos de bala que recibió la humanidad de la víctima, uno de los disparos fue fatal, muy cercano a la zona del corazón.
De todos modos, se logró decomisar seis vainas, y ahora, se aguarda también los resultados, no solo de las pericias balísticas, sino también la búsqueda de rastros de deflagración, en las manos López, como en las prendas de vestir del mismo.
El detenido Walter López de 32 años fue trasladado ayer a la morgue judicial a fin de realizarse una pericia psiquiátrica, señalando la fiscal Verónica Marchisio que “la pericia psiquiátrica es para verificar si comprendía sus actos”, cuestión que por otras acciones del imputado ya está casi confirmado que estaba dentro de sus cabales.
Un elemento no menor y que es analizado por los investigadores es que López entre el momento en que dejó la escena del hecho, y el arresto a pocos metros de la casa de su madre, se cambió de pantalón presentando un jogging negro, mientras que los testimonios y la filmación de las cámaras de seguridad lo mostraban al momento del hecho con un pantalón claro similar a un jean.
Marchisio también resalto el trabajado en la investigación donde ya se cuenta con “filmación desde distintos ángulos, testimonios que permitieron llevar a la detención y el posterior allanamiento de la vivienda de la progenitora que estaba a escasos metros de donde fue detenido el imputado”, enumeró, agregando que “allí se realizó la primera muestra en sus manos para comprobar la existencia de plomo, bario o antimonio que son sustancias de la deflagración, que demostrará si disparó un arma de fuego”, en una pericia que se realiza con Gendarmería en Río Gallegos.
Sobre el arma incautada aportó que se trata de “una pistola Lorsin L25 de un tamaño pequeño apta para causar la muerte de una persona”.
“La autopsia no encontró golpes en la víctima, salvo las dos heridas de bala, una de ellas con un proyectil alojado en las partes blandas, uno por la cara anterior del tórax, que atravesó el la aurícula y el ventrículo hasta llegar al pulmón derecho donde se alojó. Y otro en la axila derecha que tuvo salida por la espalda. La hemorragia causó la muerte”, explicó la fiscal.
En ese sentido la fiscal consideró importante la pericia balística a realizar tanto en esta munición alojada dentro del organismo del joven fallecido, como otra recuperada de un automóvil estacionado en la zona, las cuales serán peritadas junto al cañón del arma, a fin de establecer que salieron de la misma por marcas características que deja esta en los proyectiles.
Finalmente la funcionaria judicial se refirió a la hipótesis de los momentos previos al fatal desenlace, “estuvieron en un local bailable donde el imputado quiso agredirse con otra persona y fue sacado del local, esa es una hipótesis, y que se dirigieron caminando a Chacra IV donde comenzaron a discutir por cuestiones que se desconocen”; dándose allí, una “discusión absurda” lo que llevó a López a sacar “de su cintura un arma de fuego con la que efectuó al menos seis disparos constatado ello en las vainas recolectadas en el lugar”.
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