En un mes donde el precio de la carne ya había aumentado un 7,1%, en las últimas horas se produjo un incremento adicional -en torno al 10%- en el precio de la media res, que llevó el kilo a $730. El valor de la media res es el último paso de una extensa cadena de comercialización de la carne, y es el precio de referencia que toman los carniceros minoristas y también las cadenas de supermercados antes de publicar el valor de venta al público.
De esta forma, algunos cortes especiales -como lomo, bife de chorizo o colita de cuadril- ya alcanzan (y en algunos lugares supera) los $2.000 por kilo.
El notable encarecimiento en el precio de la carne supera al promedio de alzas en otros rubros, aún en el caso de los alimentos.
De acuerdo a la consultora LCG, que mide la evolución de la inflación semanal de los alimentos, midió una suba del 7,1% en el precio de la carne en las últimas cuatro semanas. Sin contar lo sucedido en estas últimas horas, cuando -lo dicho más arriba-, el precio del kilo de la media res trepó al récord de $730.
Según la medición de LCG, el segundo lugar de mayores subas de las últimas cuatro semanas fue para los lácteos, incluidos los huevos, con un 7%. Apenas por detrás se ubicaron los panificados, con un 6,3% en ese mismo lapso.
Faltantes y algo más
En medio de estas subas, en las últimas semanas empeoró el abastecimiento de los productos que integran la canasta de Precios Cuidados en las cadenas de supermercados. A diferencia de los artículos que no están controlados por el Gobierno, los que integran ese programa se mantienen a precios fijos. O tienen subas muy por debajo del resto.
En este contexto, el cumplimiento de "Precios Cuidados" cayó al 50%. A lo sumo 55% en algunos productos (de los 1.300 que integran la canasta) ya que el público elige masivamente esos productos sobre el resto, que lógicamente están más caros.
En simultáneo con el fuerte salto de la demanda de "Precios Cuidados", se da otro fenómeno: la creciente diferencia de precios entre los productos bajo control estatal y aquéllos que no lo están. También, y lo anterior forma parte, cada vez se agranda más la brecha entre los precios que venden las grandes cadenas y los comercios de barrio.
De acuerdo a un relevamiento de la consultora Scentia, que mide el consumo masivo en todo el país tanto en las grandes cadenas como en los pequeños comercios, ese "gap" de precios trepó al 20% en marzo y llegará a por lo menos el 21% este mes. La distancia se ensanchó aceleradamente en los últimos meses.
Una brecha que crece, y no es la cambiaria
Para tener en cuenta: al comienzo de la pandemia, en marzo de 2020, la brecha de precios entre los grandes comercios y los más pequeños era de apenas el 7% en promedio.
De ahí en más, se fue agrandando vertiginosamente. Pasó del 7% al 11% en octubre del 2020; al 14% en junio de 2021 y al 20% en marzo último.
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