La franja etaria que comienza con los recién nacidos y termina en los niños de hasta cuatro años es la única que no creció en toda la pirámide poblacional argentina en la última década. Juan Camisassa, coordinador del Programa de Protección Social de CIPPEC, aseguró que el envejecimiento de la población argentina está directamente relacionado a una caída pronunciada de la fecundidad. Un estudio realizado el año pasado por esta organización junto a Unicef indica que la cantidad de embarazos se redujo un 34% entre 2014 y 2021, el descenso más brusco sobre este indicador desde que hay acceso a este tipo de datos.
“Cuando hacemos foco en esos datos, nos podemos dar cuenta que la fecundidad adolescente (embarazos en mujeres menores de 20 años) bajó un 59% en esos años”, agregó. El embarazo de adolescentes es el principal motivo de deserción escolar tanto en mujeres, por el cuidado que requiere el niño, como en hombres, que suelen adelantar su inserción al mercado laboral. ¿Por qué cayó la cantidad de embarazos adolescentes? Camisassa lo resume en dos grandes factores: en primer lugar, el acceso a distintos métodos anticonceptivos y a educación sexual integral en las escuelas. “Después, hay otra parte que está ligada a cambios sociales y culturales. Desde 2014 en adelante los movimientos feministas probablemente hayan influido en proyectos de vida que no estén ligados a la maternidad desde la adolescencia”, explicó. Los datos del último censo prácticamente no pueden medir la influencia de la ley de interrupción legal del embarazo, ya que su implementación ocurrió apenas meses antes de que concluir el estudio.
El envejecimiento de la población se mide con un índice que calcula la cantidad de mayores de 65 años por cada 100 habitantes que tienen hasta 14 años. Ese índice registró a nivel nacional en el Censo 2022 el máximo aumento en los últimos 50 años. Se duplicó desde 1970 (24 puntos) y pasó de 40 a 53 puntos sólo en la última década.
La Ciudad de Buenos Aires es el distrito con el índice más alto de envejecimiento poblacional. Este indicador creció a 117 puntos en 2022 en la Capital, lo que representa que un 17% de los porteños son mayores de 65 años. La diferencia de la Capital es amplia con otras provincias que también registraron una alta población de adultos mayores, como Santa Fe, La Pampa y Córdoba, pero en esos casos ninguna supera el 12%.
El envejecimiento poblacional tendrá en algunas décadas consecuencias presupuestarias para el Estado. Casi 8,5 millones de argentinos, cerca del 19% de la población total, percibían algún tipo de jubilación o pensión hasta el año pasado. En Capital Federal, Formosa y Córdoba el porcentaje de población que cobra algún tipo de jubilación o pensión supera el 20%. Aunque ese número irá subiendo en la mayoría de los distritos durante los próximos años con esta tendencia general al envejecimiento.
“Es un momento en que Argentina tiene muchas personas en edad de trabajar que hay que aprovecharlo porque será así durante de los próximos 15 años. Pero después irá bajando y será al revés: habrá menos gente trabajando y habrá más adultos mayores. Por eso, es el momento para invertir mucho en la educación de estos niños y niñas porque en el futuro van a tener que sostener una población mucho más envejecida de lo que tenemos hoy”, explicó Camisassa. Más del 56% de los menores de 14 años vive por debajo de la línea de pobreza, según los últimos datos del Indec.
La expectativa de vida ya es una realidad para los adultos mayores, que también irá en ascenso con el paso de las décadas. Había en 2022 más de 220.000 argentinos que superaban los 90 años. Las franjas etarias de 90 a 94 años y de 95 a 100 fueron las que registraron un crecimiento más alto: casi se duplicó la cantidad de población de estas edades en los últimos 12 años. En línea con los parámetros estadísticos globales, en Argentina también hay más mujeres (52%) que hombres (48%), aunque esa tendencia difiere según la edad, ya que hasta los 19 años inclusive son más los varones. Justamente las mujeres son amplia mayoría entre los adultos mayores, especialmente después de los 90 años. Sólo uno de cada tres mayores de 90 es varón.
El crecimiento poblacional más alto de los últimos 12 años se registró en la Patagonia, la región más despoblada del país. Entre sus seis provincias, el Sur argentino acumuló una media de incremento poblacional del 21,5%. “El crecimiento de la Patagonia se debe a oportunidades económicos y laborales, como una búsqueda de mejores condiciones de vida”, sostuvo Camisassa de CIPPEC.
Detrás aparece Neuquén, otra provincia patagónica, que sumó un incremento poblacional del 29%. La actividad de este distrito creció en los últimos años especialmente por la industria petrolera y vive un boom con el proyecto de Vaca Muerta, que contribuyó al crecimiento poblacional con la mudanza de muchos trabajadores. Santa Cruz, la segunda provincia menos poblada del país, también registró un alto crecimiento poblacional, con el 23%.
Cuyo fue la segunda región que más creció en los últimos 12 años con un 19,5% más de población, según los datos del censo. Dentro de esa zona, San Luis fue la provincia que más aumentó registró (25%), seguida por San Juan (19%) y Mendoza (17%).
En cambio, entre las provincias que menos crecieron aparecen Chaco (7%) y la Ciudad de Buenos Aires (8%), unos de los pocos que quedaron por debajo del crecimiento promedio de las provincias argentinas en los últimos 12 años. “Las provincias más pobladas del país están por debajo del promedio de crecimiento poblacional, lo cual indica que hay un proceso de convergencia, es decir, que mucha gente está dejando esas provincias para irse a las menos pobladas”, explicó Camisassa.
Las provincias que más envejecen
Crecimiento poblacional
Los números oficiales analizados por Infobae indican que había 2,8 millones de niños menores de cinco años en 2022, casi medio millón menos que en 2010. Pero ese número incluso se extiende a 850.000 niños menos de lo que había proyectado el Estado en el anterior censo para esa fecha. Los expertos consultados coinciden en que el retraso de los adultos en formar una familia con hijos y el acceso a distintos métodos anticonceptivos son los principales motivos que explican este fenómeno.
La provincia que más creció fue Tierra del Fuego, el distrito con menor población del país, que incrementó su población un 46% en estos años. Aunque su nombre y extensión fueron delimitadas en 1957, Tierra del Fuego recién fue formalmente una provincia en 1991. Ahora viven allí más de 185.000 personas.
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