Luego de que Javier Milei, diputado nacional y candidato a Presidente por el partido La Libertad Avanza, reiterara su postura en favor de la venta de órganos para trasplante, el presidente del Instituto Nacional Central Único Coordinador de Ablación e Implante (Incucai), Carlos Soratti, salió públicamente a cruzar su postura, a la que calificó de “locura” y “fantasía que no es viable” y consideró que el planteo va en contra de todos los consensos de salud internacionales al respecto.
Luego de casi un año de su primera declaración al respecto, el economista libertario, que aspira a la Presidencia de la Nación, volvió a defender su posición. Explicó que por año mueren en Argentina “más de 350 mil personas, que por ley todos son donantes” y cuestionó: “Hay 7.500 personas sufriendo, esperando los trasplantes, hay algo que no está funcionando bien. Lo que propongo es buscar mecanismos de mercado para resolver este problema”, planteó.
Ante esto, el director del Insituto Nacional que regula a nivel nacional la donación de órganos, respondió: “Esa locura del mercado de órganos es una fantasía que no es viable, que es absolutamente un pensamiento muy marginal y muy combatido por los consensos internacionales”.
En referencia directa a Milei, agregó: “Esto está tan fuera de foco, es una postura tan extrema y disparatada que es lamentable tener que hablarlo a partir de esas expresiones que atrasan un siglo porque son debates del comienzo de los trasplantes, a mediados del siglo XX”. Esto “es el peor daño que se le puede hacer a un sistema: pensar o hablar de estas cosas, porque hay un celo muy grande en evitar esto porque sino las sociedades tendrían una actitud muy distinta” y la cantidad de donantes sería menor por la falta de confianza de las personas en el destino de los órganos.
A su vez destacó que, “cuando habla de libertades está hablando de libertad de quien tiene mucho dinero y posibilidad de comprar un montón de cosas y entre eso él (por Milei) fantasía con la posibilidad de comprar órganos, pero no está pensando en el donante, en la sociedad, en la lista de espera, en la equidad y el cuidado de la salud. Es un atropello a cualquier racionalidad”, agregó, y dijo que el rol de las autoridades sanitarias de los países “es garantizar el acceso, la equidad y la calidad del cuidado de la salud”.
Soratti explicó que existe “un consenso global acerca de la donación y el trasplante. Es el consenso en la necesidad de una regulación de todos los estados y esto es una recomendación de la Organización Mundial de la Salud, es un consenso de todas las entidades científicas que tienen que ver con el trasplante, de todo el mundo científico, los organismos regionales, subregionales, en la necesidad de una regulación muy estricta de un proceso tan sensible como la donación de órganos para trasplante”.
El objetivo de esta regulación, amplió el funcionario, “es garantizar la disponibilidad para el trasplante, asignar un recurso tan escaso con criterios muy consensuados y transparente a quienes lo necesitan. Las legislaciones en todos los sistemas sanitarios del mundo donde se desarrolla esta práctica apuntan a garantizar a la sociedad la transparencia de estos procesos porque sino sería imposible” realizarse.
En ese sentido, recordó que en 2008 “la Sociedad Internacional de Trasplantes con otras sociedades científicas, en el contexto de una convocatoria de la OMS y de muchos expertos del mundo en este tema, sacó la Declaración de Estambul donde se habla de extremar las medidas de regulación y fiscalización del tránsito de personas para conseguir un trasplante a fin de evitar, no sólo el comercio, que ya es algo extremadamente marginal en estos sistemas, sino el tránsito de personas para conseguir un trasplante, esto es el llamado turismo de trasplante en función de las asimetrías que se dan en los desarrollos desiguales” de los sistemas de salud.
Entonces, para garantizar evitar irregularidades existe un “esfuerzo en el mundo entero, donde se gestan regulaciones que ofrecen transparencia y generan confianza en las sociedades porque el Estado pide a la sociedad una actitud donante y la sociedad argentina la tiene con un alto grado de aceptación por lo tanto el sistema debe ofrecer las garantías de que esa donación está destinada” a ofrecer una solución en el marco del sistema de salud pública a padecimientos como “la insuficiencia de muchos órganos y la necesidad de trasplante de tejidos, células y órganos”.
Los pilares de la donación
Soratti describió tres pilares en la donación de órganos:1-En primer lugar “los sistemas de donación y trasplante de cualquier país del mundo tiene un marco regulatorio.
2- En segundo término existe una “organización sanitaria capaz de garantizar estos procesos tan exigentes de logística por el poco tiempo que tolera biológicamente un órgano para poder realizar un implante”
3- “Y en tercer lugar, que estén registrados estos procesos, de tal manera de ofrecer transparencia y trazabilidad, es decir que un trasplante pueda ser vinculado a un receptor para despejar todas las dudas y dar confianza”.
Finalmente, Soratti remarcó que contar con estos tres niveles de manera muy aceitada en la Argentina “es un logro muy importante”. Recordó, además, que mientras el Incucai es el organismo central “coordinador y regulador para garantizar el cumplimiento de la legislación”, cada provincia tiene su organización jurisdiccional dedicado a la temática. Todo esto, permite trabajar en función de un “incremento de la disponibilidad de órganos”.
El Incucai a comienzos de este año informó que, durante 2022, 4.024 pacientes en lista de espera recibieron un trasplante de órganos y córneas, lo que significa un incremento del 24 por ciento en la cantidad de trasplantes con respecto a 2021.
En ese momento, Soratti se mostró entusiasmado porque en 2022 “la procuración y el trasplante volvieron a alcanzar los niveles previos a la pandemia, un objetivo logrado gracias al compromiso del Ministerio de Salud de la Nación a través del Incucai y los Organismos Provinciales, al trabajo y el esfuerzo del sistema de salud de todo el país para recuperar la actividad de donación ofreciéndole la oportunidad de trasplante a las personas en lista de espera”.
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