El equipo económico sostiene que la inflación se estacionó nuevamente cerca del 6% este mes, por lo que en el último año habrá alcanzado cerca del 103 por ciento.

Fuentes del equipo económico indicaron a Infobae que las últimas mediciones preliminares indican que el número del segundo mes del año se ubicará entre el 5,7 y el 6 por ciento, cerca del 6% registrado en enero.

En este sentido, reconocen que la dinámica de los últimos meses se acomodó en torno de ese número y que no será sencillo reducirlo en el corto plazo. En particular, en febrero incidió el aumento del precio de la carne vacuna tras varios meses de baja por la sequía, aunque habrá que ver en el dato final del Indec la incidencia del acuerdo de Precios Justos con las carnicerías.

Para marzo, afirman, cabe esperar un número similar también, ya que es un mes estacionalmente más complejo y sumará algunos ajustes de precios regulados.

En cambio, destacan que la inflación núcleo corre por debajo del 6% y ese es un dato importante para anticipar que, si bien la situación se mantiene en un frágil equilibrio, no hay señales de un “desborde” como el que temen algunos analistas y referentes económicos de la oposición.

Luego del reacomodamiento de los valores de los diferentes tipos de cambio, que hicieron subir el nivel de precios un piso más, ahora observan que las diferentes versiones del dólar aparecen más tranquilas, a la espera de que en el segundo trimestre empiece la liquidación más relevante del año por parte del agro. También, apuestan al milagro que de se pueda concretar finalmente el REPO de un grupo de bancos extranjeros que aporte unos USD 1.000 millones, lo que aliviaría la compleja situación de las reservas y la emisión monetaria.

La visión de las consultoras

La lectura del equipo del ministro Sergio Massa en materia de precios no difiere demasiado de los consultores privados. En este sentido, el estudio Eco Go de Marina Dal Poggetto anticipó que “el dato de inflación de febrero se ubicaría en 6,3%, 0,2 puntos porcentuales por encima de lo esperado la semana pasada. Esto se debe a un resultado superior al esperado en el relevamiento de alimentos”.

En particular, se indicó que “los productos regulados impulsan el indicador general del mes al alza, destacándose los aumentos en prepagas (8,2%) para el segmento de mayores ingresos o quienes no hayan completado el formulario y 4,9% para aquel de menores ingresos, telefonía móvil y servicios de cable (9,8%), y tarifas de electricidad (16,1%), servicio doméstico (6,5%), combustibles (3,8% desde el 15 de febrero)”, entre otros.

De este modo, el IPC según Eco Go se habría ubicado en el 103,6% en el último año y alcanzaría así los preocupantes tres dígitos que hasta ahora el Gobierno quiso evitar y que tienen pocos países en el mundo. Mientras que la inflación local se ubicará en el 6% este mes y en el 103% en el último año, en Brasil las estimaciones preliminares marcan 0,7% y 5,6%, mientras que en México llegan al 0,3% y 7,7%, respectivamente.

En particular, los rubros que más aumentaron en el país en el último año, según Eco Go, son esparcimiento con 169%, educación con 119%, alimentos y bebidas fuera del hogar 111% e indumentaria el 95 por ciento.

En tanto, para LCG “el índice de alimentos y bebidas presentó una inflación mensual de 6,8% promedio en las últimas 4 semanas y 7% punta a punta en el mismo período”.

“La inflación promedia el 1,4% por semana. La inflación mensual promedio aceleró por novena semana consecutiva, ubicándose ya en un 6,8% mensual, presentando un ritmo similar al del mes de noviembre”, advirtió LCG.

El equipo económico sabe que navega en aguas turbulentas y los datos del frente fiscal y la balanza comercial de enero así lo confirman. Por lo tanto, aspira a que la tormenta no empeore en el año electoral y sabe, en la intimidad, que sin un plan de estabilización es imposible bajar la inflación por debajo de los niveles actuales. Si así fuera, se registraría –tal como lo mostraron los últimos datos del EMAE- un cuadro de estanflación, con un resultado que según Eco Go mostrará una inflación cercana al 100% y una recesión en torno del 3 por ciento.