Cada 3 de octubre se celebra el trabajo de los profesionales de la odontología, en países como Argentina, Bolivia, Colombia, Cuba, Ecuador, Paraguay, República Dominicana, Uruguay y Venezuela. Es que un 3 de octubre, pero en 1917, se conformó la Federación Odontológica Latinoamericana (FOLA) en Santiago de Chile, cuando unos profesionales se reunieron para debatir algunos aspectos claves relacionados con la profesión.
En 1925, casi una década después, en el segundo Congreso de FOLA realizado en la ciudad de Buenos Aires, el delegado argentino, el doctor Raúl Loustalán, fue quien propuso que el 3 de octubre sea el día oficial para celebrar el día de la odontología latinoamericana. Así nació el Día del Odontólogo.
La importancia de una buena higiene bucal
La salud bucodental es esencial para el bienestar de las personas y un factor importante en la salud integral de la población. La identificación temprana y prevención puede contribuir al pronto diagnóstico y tratamiento de otras enfermedades sistémicas.
Y es que la higiene de los dientes suele relacionarse con la prevención de caries y la estética bucal en general. Pero va más allá: en la boca pueden verse algunas lesiones que alerten sobre carencias vitamínicas, falta de minerales o estados nutricionales deficitarios. En la boca se reflejan síntomas de salud y de enfermedad, de ahí que los especialistas insisten en destacar que “la higiene bucal es fundamental para la salud general”. Además, los dientes sanos permiten que una persona pueda hablar y alimentarse apropiadamente y ayudan a dar un mejor aspecto estético.
La visita al dentista, algo que debería ser primordial
En este sentido, los cuidados diarios son la principal prevención para gozar de una buena salud y calidad de vida. De este modo, el odontólogo Gustavo Telo (MN 30.058), enumeró algunos de los cuidados para la prevención:
-Cepillarse los dientes al menos 3 veces por día. El cepillado más importante es el de la noche.
-El hilo dental debe usarse todos los días y ser parte de la rutina cotidiana, no sólo cuando la persona siente que necesita una limpieza más profunda.
-Es importante mirar de cerca para comprobar que los dientes quedaron bien limpios.
-Evitar morder hielo, caramelos, turrones y cualquier alimento o material duro ya que se pueden partir los dientes.
-Si hay predilección por los dulces, es importante agruparlos en momentos de consumo de alimentos con azúcares. Evitar consumirlos permanentemente durante el día.
-Si después de una comida la persona no se puede lavar los dientes, se aconseja comer un chicle sin azúcar. Estimula la generación de saliva y ayuda a la limpieza de los dientes.
-Si la persona es amante del mate, se recomienda no usar termo, sino pava. El termo hace que se consuma mate por un tiempo más prolongado generando que la saliva se vuelva ácida y termine afectando a los dientes.
-Si se tienen dientes torcidos o desparejos, es importante realizar algún tratamiento para alinearlos. Esto mejora la mordida y facilita la higiene dental.
-Visitar al odontólogo una vez al año, aunque no se tenga ninguna molestia.
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