
La aparición de códigos QR pegados en paradas de colectivos generó preocupación entre vecinos y autoridades, en un contexto donde las estafas virtuales están en aumento. Si bien algunos remiten a formularios o canales de contacto, otros habrían redirigido a sitios web de origen desconocido.
Este tipo de prácticas puede representar un riesgo para la seguridad digital, ya que al escanear un código no verificado, los usuarios pueden ser dirigidos a páginas que capturan información personal, credenciales bancarias o acceso a billeteras virtuales.
Desde distintos sectores se insiste en la prevención y el uso responsable de la tecnología, recomendando no escanear códigos desconocidos, evitar compartir datos personales por mensajería instantánea y reportar enlaces sospechosos.
Además del riesgo digital, se suma el debate por el uso del espacio público, ya que la normativa municipal prohíbe la colocación de propaganda o elementos publicitarios sin autorización en paradas, postes u otros bienes de acceso público.
La ordenanza vigente establece plazos y sanciones económicas para quienes no retiren estos elementos tras ser notificados. En este marco, se pide a la comunidad estar atenta y actuar con precaución frente a estos códigos.
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