La directora de Energías Renovables, Florencia Teran, destacó la necesidad de que las provincias adhieran al Programa Nacional de Etiquetado de Viviendas (Pronev), lo que permitirá avanzar en el diagnóstico del requerimiento energético de las unidades habitacionales de las distintas regiones del país.
La secretaría de Energía aprobó esta semana el procedimiento para la implementación del programa de etiquetado, el Convenio de Adhesión y creó el Registro Nacional del programa que fuera aprobado en enero con el objetivo de unificar criterios a nivel nacional.
La funcionaria destacó que “para la implementación del Pronev, es fundamental la participación de las provincias", y por ello se convocó "a las distintas jurisdicciones a que se adhieran al programa”.
Las categorías están asociadas a rangos de valores del IPE (Índice de Prestaciones Energéticas) que permite diagnosticar y cuantificar el requerimiento energético de las viviendas a partir de sus características técnicas
De esta manera, las provincias y CABA podrán implementar el sistema en sus territorios, adoptando los lineamientos generales establecidos a nivel nacional.
"Esto permitirá avanzar en el diagnóstico del requerimiento energético de las viviendas de distintas regiones del país, y a partir de ello construir una línea de base que sirva de referencia para la elaboración de políticas públicas de eficiencia energética en el sector residencial", explicó Terán.
El procedimiento a seguir para la implementación de Pronev determina las distintas etapas y las partes intervinientes en el proceso, así como también define los principales aspectos del Programa, entre ellos la etiqueta de eficiencia energética, el aplicativo informático nacional y los cursos de etiquetado de viviendas.
Asimismo, la conformación del Registro Nacional del programa estará compuesto por los registros correspondientes a las etiquetas de viviendas, los etiquetadores de viviendas y los formadores de etiquetadores.
La norma define a la Etiqueta de Eficiencia Energética como un "documento técnico asociado a una vivienda" que indica su calificación con una escala de siete letras y colores, "que van desde el color verde vinculado a la letra A para los más eficientes, hasta el color rojo, vinculado a la letra G para los menos eficientes".
"Estas categorías están asociadas a rangos de valores del IPE (Índice de Prestaciones Energéticas) que permite diagnosticar y cuantificar el requerimiento energético de las viviendas a partir de sus características técnicas".
La etiqueta se emite a través de AEV (Aplicativo Informático Nacional de Etiquetado de Vivienda), una herramienta online "que permite evaluar las prestaciones energéticas de una vivienda en cualquier lugar del país", a partir del relevamiento y procesamiento de datos, para obtener la calificación correspondiente.
La AEV, especifica la resolución, "brinda un diagnóstico detallado de las características técnicas y del desempeño energético de una vivienda en su conjunto y de cada uno de sus componentes", permitiendo "identificar los puntos críticos y, a partir de ello, evaluar posibles intervenciones de mejora de eficiencia energética, cuantificando el impacto de las mismas en términos de potenciales ahorros".
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