En las últimas horas salió a la luz que el perjudicial pacto firmado por el macrismo sobre Malvinas Argentinas, conocido como el acuerdo Foradori-Duncan, se concretó durante una reunión en la que el entonces vicecanciller del Gobierno de Mauricio Macri, Carlos Foradori, estaba completamente borracho.
Así se desprende de las propias declaraciones del exministro de Relaciones Exteriores del Reino Unido, Alan Duncan. El exfuncionario británico contó que al día siguiente de aquellas negociaciones, Foradori reconoció que estaba tan borracho que no recordaba lo que había concedido.
Ante el escándalo desatado, el Gobierno dispuso iniciar una investigación interna para determinar la veracidad de las expresiones vertidas por el exministro del Reino Unido y determinar "posibles incumplimientos de los deberes de funcionario público".
¿Qué fue el acuerdo Foradori-Duncan?
Con aquel acuerdo, los británicos impusieron condiciones como "remover todos los obstáculos que limitan el crecimiento económico y el desarrollo sustentable de las Islas Malvinas".
Entre estos elementos incluyeron "comercio, pesca, navegación e hidrocarburos".
Esto dio vía libre para acrecentar los negocios en las islas. Así, en 2019 se realizó una licitación off shore para la exploración y explotación de los hidrocarburos en Mar Argentino.
Con el acuerdo, por el que Foradori tuvo que dar explicaciones en el Congreso, el Reino Unido impuso más vuelos desde el continente a Malvinas. Y una nueva ruta, San Pablo – Malvinas, con una escala en Córdoba.
Es decir, el indecoroso acuerdo implicaba reconocer y consolidar el colonialismo británico en el archipiélago.
Ante el Congreso, Foradori tuvo que salir a explicar, entre un unánime repudio, que "cada uno de los funcionarios de la Cancillería y del Gobierno, por supuesto, tenían la camiseta argentina puesta".
El exvicecanciller argentino consideró que lo que lanzó junto a su contraparte británica fue “un comunicado de prensa conjunto” sin firmas. Y que no se trataba de un acuerdo.
Sin embargo, el argumento encrespó los ánimos opositores que le preguntaron cómo denominaría los diez puntos en los que allí se acuerda avanzar. “Según la Convención de Viena, lo firmado es un acuerdo”, intervino Alejandro Grandinetti, del Frente Renovador.
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