Tras el resultado de las elecciones Primarias Abiertas, Simultáneas y Obligatorias (PASO), el gobierno devaluó el peso y fijó el dólar mayorista oficial en $350. Esto trastocó los precios de la economía, entre ellos los de las naftas y el gasoil que comercializan las principales petroleras.
Desde el propio equipo económico se admitió el lunes el impacto de la devaluación en los costos de los combustibles y las tarifas de luz y gas. Este lunes, Shell, Axion y Puma aumentaron 25% los precios mayoristas y es inminente un aumento en los surtidores.
Las firmas evalúan aumentar los precios de los combustibles en todo el país que les permitan al menos compensar el salto cambiario. En porcentajes estaría en torno al 20%, aunque se analiza si se haría en uno o dos tramos y si habrá o no reunión con el Gobierno antes de ponerlos en marcha.
Tras un cuatrimestre con aumentos de 4,5% mensual en las naftas, el acuerdo de Precios Justos Combustibles vencerá el 15 de agosto y aún no hay fecha para una reunión entre el Gobierno y las principales petroleras del país. Las compañías adelantaron la suba de agosto y aplicaron un ajuste de alrededor del 4,5% promedio.
Los ajustes se venían llevando a cabo los 15 de cada mes, pero en julio el aumento fue el fin de semana del 9 de julio y este mes remarcaron entre el 2 y 3 de agosto. Hay una ventana de 15 días que comienza a correr a partir del lunes hasta principios de septiembre donde se cumplirían 30 días del último aumento.
Según trascendió, la Secretaría de Energía tendría planeado en las próximas semanas citar a la mesa de negociación a los directivos de YPF, PAE (Axion), Raízen (Shell) y Transfigura (Puma) para coordinar las pautas de aumento para el próximo cuatrimestre con el que cerraría la gestión del presente gobierno.
Qué piensan los empresarios de los resultados de las PASO
Algunos empresarios dejaron trascender que si bien existen puntos de preocupación en torno de las propuestas de gobierno del líder de la Libertad Avanza, Javier Milei, entienden que el resultado general puede ser favorable.
El titular de la Cámara Argentina de Comercio (CAC), Mario Grinman, dijo que "si bien en la entidad estamos en contra de la dolarización y de cerrar el Banco Central, vemos como positivo que la gente haya votado por el orden".
Grinman destacó también la preferencia del electorado por Patricia Bullrich en el caso de Juntos por el Cambio, que tiene un agenda corrida hacia la derecha.
El presidente de la Cámara Argentina de Comercio anticipó que la entidad procurará reunirse con los tres potenciales candidatos con chances para las elecciones de octubre.
El impacto de la devaluación
Entre los operadores económicos ya se hacen las cuentas sobre cuál puede ser el nivel de inflación que puede generar la devaluación del 20% del tipo de cambio oficial.
Un reporte de la sociedad de Bolsa, Portfolio Personal Inversiones (PPI) plantea que "el primer coletazo va a ser un salto de la inflación de agosto, probablemente cercano o por encima de los dos dígitos mensuales (se esperaba 8/9% antes de la elección) y ese pass through se extenderá a septiembre".
"A diferencia de la devaluación de Kicillof/Fábregas, donde en un año se consumió el 98% de la devaluación, creemos que esta vez será peligrosamente más rápido. En tanto, aun con este escenario, la brecha cambiaria sigue rondando el 100%", señala el reporte.
En la Confederación General Empresaria (CGERA), una entidad cercana a las políticas económicas del peronismo, están sumamente preocupados por el nuevo escenario.
"¿Cuánto va a ser la inflación de agosto, del 10% o del 12%?", plantea su presidente Marcelo Fernández. El empresario pyme recordó que este miércoles la entidad celebra al Día del Empresario Nacional, en homenaje al José Ber Gelbard, donde está invitado el ministro de Economía, Sergio Massa, junto al gobernador de la provincia Axel Kicillof. Fernández pidió que Massa haga algún anuncio de medidas para el sector.
Por otro lado, entre las automotrices se incrementaron los contactos y llamados telefónicos entre los directivos. "Están atentos a los movimientos", dijo una fuente del sector.
El problema que tienen las terminales es el alto componente de partes importadas para la fabricación de autos nacionales y la importación de autos terminados, que con un salto discreto necesariamente tendrán que cambiar su precio en pesos.
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