Las cuotas de las empresas de medicina prepaga aumentaron un 435% en los últimos dos años, mientras que los aranceles que perciben los prestadores de salud crecieron apenas entre un 160% y 224%, según un informe de la Cámara de Instituciones de Diagnóstico Médico (CADIME). Esta brecha impacta negativamente en la sostenibilidad del sistema de salud argentino.
El impacto en el sistema de salud
CADIME advirtió que los aumentos otorgados a prestadores y empresas tercerizadas del sector son insuficientes para afrontar la inflación, que acumuló entre 544% y 583% en el mismo período. Esto ha generado tensiones en toda la red prestacional, especialmente en las pequeñas y medianas empresas (pymes) de salud, que enfrentan una creciente presión económica.
Entre las consecuencias más visibles se encuentran:
- Usuarios: enfrentan cuotas de seguro de salud más elevadas y un aumento en la implementación de copagos.
- Prestadores: reciben menos ingresos en términos reales, lo que afecta la continuidad de sus servicios y pone en riesgo la sostenibilidad del sistema.
Una brecha en constante aumento
Desde 2022, la disparidad entre los incrementos de las cuotas y los aranceles de los prestadores no ha dejado de crecer, alcanzando niveles críticos en 2023 y 2024. Según CADIME, esta tendencia también se traduce en limitaciones en las coberturas por parte de las prepagas, lo que repercute en la calidad del servicio y en la estabilidad laboral de los profesionales de salud.
“El aumento desproporcionado de las cuotas, en contraste con el estancamiento de los aranceles, pone en peligro la sostenibilidad de la red prestacional a nivel nacional y afecta tanto a los prestadores como a los usuarios”, explicaron desde CADIME.
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