A partir del próximo 1 de febrero, el Gobierno de la Nación implementará un ajuste significativo en el régimen de impuestos internos aplicados a los autos 0 km, con la eliminación de la primera escala y la modificación de la segunda. Esta medida busca abaratar los costos de los vehículos en ciertos segmentos del mercado y estimular la demanda.

Actualmente, el sistema impositivo para los autos 0 km se divide en dos escalas. La primera impone una alícuota del 20% (efectiva del 25%) sobre los vehículos cuyo precio al público oscila entre 40.5 y 75 millones de pesos. La segunda escala, en cambio, aplica un 35% (efectiva del 54%) a aquellos cuyo precio supera los 75 millones de pesos.

Con la eliminación de la primera escala, modelos como el Toyota SW4, Volkswagen Vento, Nissan Sentra, Honda CR-V, Jeep Compass y Peugeot 3008 verán reducidos sus precios. Además, aquellos vehículos que actualmente se encuentran en el límite de 40.5 millones podrían experimentar ajustes de precio debido a la eliminación de restricciones fiscales.

Por otro lado, la reforma de la segunda escala reducirá la alícuota del 35% al 18%, anticipando una baja en los precios de los vehículos de lujo, lo que podría fomentar un incremento en la compra de estos modelos más costosos.

El ministro de Economía, Luis Caputo, declaró que se espera una disminución del 15% al 20% en el precio de venta de los autos afectados por estos cambios impositivos. Además, anunció la eliminación de aranceles para la importación de autos eléctricos e híbridos de bajo costo FOB, con un cupo de 50,000 unidades por año, buscando ampliar la oferta de vehículos económicamente accesibles en el país.

En contraste, los vehículos de menor costo, que no estaban sujetos a esta tarifa específica, mantendrán sus precios, ya que están afectados por otros tipos de gravámenes a nivel provincial y municipal. Esto incluye modelos populares como el Renault Kwid, Fiat Cronos y Chevrolet Onix.

Esta nueva política fiscal no solo pretende hacer más accesibles los autos de media y alta gama, sino también adaptar el mercado automotor a las necesidades económicas actuales, fomentando una mayor eficiencia y sostenibilidad en el sector de transporte del país.