A contrarreloj, el oficialismo vuelve a enfrascarse en negociaciones cruzadas para tratar de conseguir la media sanción de la modificación de la ley de financiamiento de los partidos políticos, uno de los proyectos incluidos en el temario de sesiones extraordinarias que Mauricio Macri habilitó este lunes vía decreto presidencial.
Según confiaron fuentes oficiales de Casa Rosada y del Parlamento, el Gobierno tratará de obtener esta semana o la que viene en Diputados la media sanción del proyecto que modifica la ley 26.215, con dos introducciones sustanciales: la vuelta de los aportes empresarios a las campañas y la bancarización total de las contribuciones.
Pero a las negociaciones entre el oficialismo y la oposición se sumaron en las últimas horas divergencias internas con la Coalición Cívica y el radicalismo. \"Preferimos madurarlo más\", explicaron desde el bloque que lidera Elisa Carrió.
En efecto, la diputada mandó a avisar al interbloque de Cambiemos que prefiere discutir el tema el año que viene, con la campaña electoral encima. \"De acá a fin de año no tiene que haber nada conflictivo\", abundó uno de los diputados de la CC.
En el caso del radicalismo, también hay dudas. Si bien el partido envió a su apoderado a una reunión hace diez días en la que se conversó sobre el tema -encabezada por Adrián Pérez, secretario de Asuntos Políticos y uno de los promotores del proyecto-, e hizo observaciones técnicas al dictamen que se había aprobado en el Senado un mes atrás, el bloque de la UCR en la Cámara baja aún no se pronunció oficialmente. Desde el PRO esperan alguna señal por estas horas.
Con Carrió, el contexto es un poco más complejo. La líder de la CC no atraviesa el mejor momento de la relación con el PRO -aún cuando la semana pasada se rodeó de varios de los principales dirigentes macristas en la cena de fin de año del instituto Hannah Arendt- y su posición histórica fue siempre reacia respecto al financiamiento privado de las campañas. En estos meses hubo conversaciones con varios de los principales dirigentes y diputados de la Coalición para ablandarla. Pero \"Lilita\" volvió a plantear reparos.
Este lunes, Graciela Camaño, del bloque massista, planteó observaciones al proyecto presentado por la Casa Rosada. Vinculados principalmente a los topes y porcentajes del aporte de las personas jurídicas y físicas. Silvia Lospennato, del PRO, es una de las que está sentada en la mesa de discusión por parte del bloque oficial.
El planteo del PRO es que el total de las donaciones se destinen al partido o candidato elegido por los donantes. El Frente Renovador plantea que el 80% se dirija al postulante, y el 20% restante a un fondo común que se distribuye entre todos los partidos. Es, junto a los topes, una de las mayores discusiones.
La otra es la que alude a las facultades del órgano electoral: el dictamen que la Casa Rosada consensuó con un sector del PJ en el Senado tiene, según fuentes parlamentarias de la Cámara baja, problemas técnicos en ese rubro.
La vuelta de los aportes empresarios, prohibidos a fines del 2009 durante la anterior administración, tiene en principio el consenso de buena parte de la oposición del PJ, con excepción del Frente Para la Victoria, que había presentado en Diputados una iniciativa que contempla sólo las contribuciones del Estado.
En estas horas, el bloque oficialista esperaba además las observaciones del bloque del PJ Federal. Los asesores de Diego Bossio trabajaban en ese sentido.
El Gobierno tratará en estas semanas de emitir dictamen en la Cámara baja, aunque aún no hay nada garantizado. La discusión sobre tablas, por el contrario, le propinaría al Gobierno un seguro fracaso porque necesitaría dos tercios de los votos.
Por el contrario, con dictamen favorable, desde Cambiemos resaltaron que, incluso con la posición desfavorable del bloque de la Coalición -cuenta con 10 diputados-, se asegurarían la media sanción con el apoyo de la oposición.
El PRO, sin embargo, quiere llegar a esa discusión con el frente interno ordenado y una posición homogénea frente al tema. Por lo pronto, en la sesión convocada para este miércoles, el de financiamiento no figura entre los 23 proyectos a tratar.
En paralelo, Miguel Ángel Pichetto se acercó este lunes hasta la planta baja de Casa Rosada para terminar de negociar con el ministro Rogelio Frigerio el temario de las sesiones extraordinarias en el Senado. De conseguir media sanción respecto al financiamiento de la política en Diputados en las próximas semanas, podrían avanzar con la sanción definitiva en la Cámara alta. Aunque es el escenario menos probable: en ese caso, quedaría para el año próximo, en el inicio de la campaña electoral.
En los últimos cuatro meses, el Gobierno fluctuó en la intensidad con la que impulsó el proyecto que modifica la ley vigente, en medio de las negociaciones complejas con la oposición por el Presupuesto 2019. El caso de los \"cuadernos de las coimas\", para colmo, cubrió con un manto de incertidumbre a las discusiones.
El proyecto de financiamiento había sido enviado por la Casa Rosada al Parlamento a mediados de julio, producto de la escalada del caso de los aportes en la campaña bonaerense de Cambiemos del 2017, que jaqueó a la cúpula del Gobierno provincial.
El macrismo quiere, en esa línea, cerrar el año con dos noticias: el avance del Congreso en el financiamiento más transparente de las campañas, y la investigación de la causa de los aportes falsos en manos de Adolfo Ziulu, juez electoral platense.
La Cámara Nacional Electoral espera el expediente de parte del fiscal Jorge Di Lello para definir si el resabio que aún tramitaba el juez Ernesto Kreplak pasa para Ziulu, y toda la causa queda bajo el ala de la Justicia Electoral, que solo contemplaría sanciones a Cambiemos en su versión bonaerense y se dejarían de lado posibles delitos vinculados al eventual lavado de activos.
El macrismo, que espera ansioso las novedades judiciales, quiere encarar la campaña del 2019 con el legajo más limpio que en estos últimos meses.
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