En Estancia Viamonte, localizada en Tierra del Fuego, tienen un problema limitante en ganadería: existe una sola estación de crecimiento del pastizal natural al año y es necesario aprovecharla al máximo.
Por eso, entre los meses de septiembre y diciembre, el rodeo de vacas se destina al potrero de mayor potencial forrajero del circuito, el cual no cuenta con aguadas naturales y requiere realizar perforaciones para proveerse del recurso.
Y añade: “La implementación de los nuevos corrales además nos va a permitir mejorar la dinámica de los movimientos de la hacienda, un aspecto crucial con extensiones tan amplias en un terreno difícil. La reestructuración de esa zona del establecimiento nos va a permitir dejar descansar al mejor sector del establecimiento, empleándolo de manera alternada, para así poder realizar un uso sostenible”.
LA ESTANCIA VIAMONTE
Los párrafos anteriores fueron extraídos de manera textual de una nota publicada por los Consorcios Regionales de Experimentación Agrícola (CREA), en la que se relata de manera pormenorizada cómo es este planteo ganadero que logra indicaciones de excelencia en las difíciles condiciones geográficas y climáticas que tiene Tierra del Fuego.
La Estancia Viamonte pertenece al CREA Tierra del Fuego (Región Patagónica) y la asociación eligió dar a conocer su caso a través de su plataforma de contenidos.
Está ubicada a unos 42 kilómetros al sur de la ciudad de Río Grande y fue fundada en 1902 por Lucas Bridges, que se dedicó la producción lanera. Bridges era hijo del reverendo anglicano Thomas Bridges y de Mary Anne Varder, la primera familia europea en establecerse en Tierra del Fuego en 1863.
Durante la mayor parte de su historia, la empresa se dedicó a la producción de lana, pero en las últimas dos décadas comenzó a reorientar el crecimiento hacia la producción de vacunos de la raza Hereford.
En la isla de Tierra del Fuego hay tres zonas: estepa, al norte; bosque fueguino, al sur, y ecotono, la transición entre ambas zonas. Estancia Viamonte está en el ecotono y tiene 50% de monte de ñire, 25% de estepa y 25% de vegas (bajos húmedos más productivos). La media de temperaturas máximas de verano es de 16°C, mientras que la de invierno es de -5°C con extremos de -15ºC. El régimen promedio anual de precipitaciones es de unos 350 milímetros.
El campo se extiende 30 kilómetros a lo largo de la ruta 3 y tiene otros 30 kilómetros sobre la costa, lo que le otorga un microclima más benigno con respecto a otros establecimientos ubicados en el interior de la isla. En el monte de ñire y en las vegas el estrato herbáceo está conformado por gramíneas, entre las que aparecen el pasto ovillo y el timote como especies introducidas.
BOVINOS EN EL FIN DEL MUNDO
El área en producción es de 22.000 hectáreas de un total de 40.000. La producción ovina cuenta con 5.400 cabezas para esquila en unas 5.000 hectáreas. La ganadería bovina, por su parte, ocupa 15.000 hectáreas para llevar adelante un sistema de cría e invernada. Guardan el 80% de los terneros destetados para producir novillos
El servicio de las vaquillonas es de 27 meses con inseminación artificial, la cual se realiza desde el 15 de diciembre hasta el 15 de marzo. El destete comienza en mayo con un peso promedio objetivo de al menos 205 kilogramos.
El porcentaje de preñez es del 96% y 97% en vacas y vaquillonas respectivamente. Tales indicadores se han mantenido estables a pesar de que los vientres en servicio casi se duplicaron en la última década (pasaron de 721 en 2011/12 a 1.422 en 2021/22).
El rodeo de vacas rota todo el año en seis potreros diferentes con una carga anual promedio de 7,2 hectáreas por vaca. El período de pastoreo por potrero es de 30 a 100 días, dependiendo de las circunstancias y la superficie disponible.
“En junio, una vez que se hace el tacto, las vacas van al potrero de invierno donde permanecen unos 100 días con un consumo programado de 15 kilogramos de materia seca por vaca por día. Es un lote muy apto para pasar el invierno porque tiene bastantes zonas de faldeo norte con pasto ovillo, que en años no muy rigurosos –como fue el caso del último invierno– se mantiene verde, lo que permite sostener cargas animales elevadas”, comenta Aldao.
PRIMAVERA PRODUCTIVA
Con el comienzo de la primavera las vacas ingresan al potrero de parición, para luego ser derivadas en enero a otro lote con elevada disponibilidad de recursos forrajeros, con el propósito de que acumulen reservas para afrontar el duro invierno. En mayo comienza el destete y se reinicia el ciclo.
También comenta que, “cuando las circunstancias lo permiten, hacemos rollos de pastizal natural. Producen en un año bueno 2000 kilos de materia seca por hectárea y en años secos entre 200 y 300 o nada. Cortamos y enrollamos unas 50 hectáreas por año si es factible hacerlo”.
Los terneros, engordados a base de pastizales naturales, se recrían hasta el año siguiente para ser comercializados con pesos finales del orden de 350 kilogramos. En el último ejercicio 2021/22 la producción de carne fue de 26,5 kilos por hectárea, con una carga media de siete hectáreas por cabeza. La eficiencia de stock (producción/carga) fue del 41%.
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