
En una reciente entrevista con Radio Provincia, Julio Ramírez, dirigente de la UOCRA (Unión Obrera de la Construcción de la República Argentina), detalló la alarmante situación que atraviesa el sector de la construcción en Tierra del Fuego. Según su testimonio, la temporada actual ha sido completamente negativa en términos de empleo y actividad laboral en el sector. "La situación que estamos viviendo este año es muy preocupante. Seguimos exactamente como empezamos: sin proyectos y sin actividad. En la mayoría de las empresas no ha habido movimiento, y la gente está completamente desocupada. La realidad es que no se están generando los trabajos que esperábamos", afirmó Ramírez, quien añadió que los trabajadores continúan enfrentando una situación de incertidumbre. A lo largo de la temporada, pocas empresas han incorporado personal, y las contrataciones que se han realizado no han sido suficientes para cubrir la demanda de empleo en el sector. "Pocas empresas tomaron gente, algunas incorporaron 10 o 15 personas, pero es insuficiente para la cantidad de trabajadores que están sin empleo. La mayoría de los compañeros están en su casa esperando, sin saber qué va a pasar", señaló Ramírez, subrayando que la escasez de proyectos está afectando profundamente la economía local.
"En la construcción se ha generado un escenario de estancamiento. En total, unas 300 personas han sido contratadas en empresas de construcción de la isla. Eso es una cifra ínfima si lo comparamos con la cantidad de trabajadores que hay en el sector. Y la verdad es que la mayoría sigue sin empleo o haciendo trabajos temporales, fuera del rubro de la construcción", agregó Ramírez. Según el dirigente sindical, la situación no mejora y las perspectivas a corto plazo no son alentadoras, dado que muchas empresas continúan paralizadas.
En cuanto a las inversiones en obras, el dirigente señaló que la mayor parte de las obras ejecutadas en los últimos meses han sido impulsadas por los municipios, mientras que la inversión por parte del gobierno provincial ha sido mínima y dispersa. "Casi todas las obras que hemos visto últimamente han sido de los municipios, pero por parte del gobierno provincial, ha sido muy escaso. Las obras no son suficientes y la mayoría no generan grandes cantidades de empleo. Ni hablar de la importancia de las obras grandes, que son las que necesitamos", expresó. Ramírez también hizo hincapié en que las pocas obras que se han realizado no tienen un impacto significativo en la economía local, limitándose a pequeñas intervenciones en la infraestructura urbana.
"El panorama es muy grave. A nivel de obras, vinieron algunas empresas para tareas muy específicas, como la tirada de cables, que en total generaron unos 50 puestos de trabajo. En Río Grande, en toda la temporada, apenas se contrataron 100 personas. Eso no es ni la mitad de lo que necesitamos", lamentó Ramírez, quien enfatizó que la falta de proyectos de mayor envergadura ha llevado a que muchos trabajadores se encuentren sin empleo.
Ramírez subrayó que la crisis del sector construcción no es un fenómeno aislado de Tierra del Fuego, sino que también afecta a otras provincias del país. "En Santa Cruz, por ejemplo, hay más de 5.000 trabajadores de la construcción que han perdido su empleo. Y lo peor es que 2.800 trabajadores de YPF también están en la misma situación. Estamos viviendo una crisis que se está extendiendo por todo el país, y el temor es que Tierra del Fuego termine repitiendo el mismo escenario", aseguró, haciendo un llamado de alerta sobre las graves consecuencias de esta crisis laboral.
El dirigente también manifestó su preocupación por la situación del sector petrolero en la provincia, que está en crisis. "La situación del petróleo en Santa Cruz ya ha sido declarada como emergencia. No sabemos si esto va a replicarse aquí, pero estamos muy atentos, porque la crisis está golpeando fuerte", indicó Ramírez, quien temió que la crisis en el sector petrolero pueda extenderse a Tierra del Fuego, lo que podría agravar aún más la situación del empleo en la isla.
Un tema que destacó Ramírez durante la entrevista fue la construcción del puerto de Río Grande, una obra que ha sido anunciada en varias ocasiones por el gobierno provincial, pero que aún no ha avanzado. "La obra del puerto de Río Grande se viene anunciando desde hace años, pero hasta ahora no ha habido avances significativos. Hay promesas, pero no se han concretado. Es frustrante para los trabajadores, porque ya hemos escuchado muchas fechas: enero, febrero, marzo, y no pasó nada. La última información que tenemos es que faltaban firmas en Buenos Aires, pero nadie nos dice nada con certeza", comentó Ramírez, quien expresó su desilusión por el incumplimiento de los compromisos gubernamentales en relación con esta obra crucial para la provincia.
Además de la construcción del puerto, la falta de inversiones en viviendas es otro de los temas que preocupa al dirigente sindical. Ramírez mencionó que más de 100 unidades habitacionales que estaban previstas se encuentran paralizadas por falta de fondos. "Las viviendas, que son una necesidad urgente, también están detenidas. Se han prometido nuevas viviendas, pero no se concretan. Muchas familias están esperando hace años una solución habitacional. La situación es muy compleja", explicó Ramírez. Aunque el gobierno provincial ha afirmado que se utilizarán fondos propios para llevar a cabo algunas obras, la situación sigue siendo incierta. "El gobierno provincial nos dice que va a utilizar fondos propios, pero todo depende de la Nación. Hasta ahora no hemos visto grandes avances", añadió.
En cuanto a la asignación de recursos, Ramírez opinó que se deberían priorizar obras clave que mejoren la calidad de vida de los habitantes de Tierra del Fuego, como la finalización del hospital de Río Grande. "Hay obras más urgentes que la entrada a Ushuaia. Si hay dinero disponible, deberían destinarlo a la ciudad de Río Grande, que es la más grande de la provincia y necesita más infraestructura", afirmó.
Finalmente, Ramírez hizo un balance negativo sobre la situación laboral en el sector. "Este año, la situación es mucho peor. Los trabajadores que venían a la provincia por la temporada ya no vienen. El año pasado, por ejemplo, la gente que llegó por trabajo se fue rápidamente, porque no había oportunidades. Este año, nadie se arriesga a venir", concluyó Ramírez, quien expresó su temor de que la falta de empleo continúe llevando a muchos trabajadores a emigrar a otras provincias en busca de mejores condiciones laborales.
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