Marilina Henninger, vicepresidenta de la Cámara de Comercio, Industria y Producción de Río Grande repasó el trabajo que se viene realizando desde la entidad, reflejando la crítica situación de los comercios tras el cierre por la pandemia. Recalcó que los efectos de dos meses de cuarentena se vieron reflejados en la caída del consumo, golpeando a los diversos rubros -en mayor y menor medida- a pesar de la flexibilización de sus actividades.
“Estamos con un relevamiento en curso para justamente saber con números ciertos, cual es el porcentaje de las ventas como para tener un comparativo” expresó, Henninger en una entrevista con el programa Un Gran Día (La 97, Radio Fueguina).
Para tener un cuadro de situación reveló “sabemos que las ventas por delivery no superaron un 15% de una facturación mensual, normal de todos los rubros”. En ese sentido, “es un poquito dispar, hay rubros que están un poco mejor que otros, pero por lo general estamos por debajo del 50% de las ventas en comparación a los meses de otros años”.
Aseguró que una gran parte del sector comercial y pymes se quedaron sin auxilio financiero, tornándose aún más difícil la reactivación económica. “La verdad que la situación está difícil, más allá de que sabemos que hubo por un lado la primera intención de acercar herramientas financieras a través de estos créditos al 24% de la banca privada, solamente un 21% -de los que tenemos censados de socios y comerciantes- pudo acceder a estos créditos” indicó.
En ese mismo sentido, añadió que las herramientas financieras para la asistencia económica “fueron insuficientes”. “El programa ATP que propone ayudar a pagar los sueldos de las nóminas de empleados, solamente acaparó al 50% de todos los comerciantes”. De esta manera, “hay otro gran porcentaje que nos está quedando sin un auxilio y con dos meses en los que no se pudo abrir cajas y cumplir con sus obligaciones de pagos, la situación sigue siendo muy crítica”.
Respecto a la apertura comercial bajo la modalidad de Delivery, evaluó, “pasamos de la posibilidad de Delivery, que, si recordamos, tenían tres días habilitados para el reparto regidos por puertas pares e impares. Relevamos esa situación a través de los que nos decían los comerciantes y pudimos extender el horario con la apertura, eso se pudo lograr”.
Con el avance de los días, la atención al cliente se fue flexibilizando, generándose nuevas normativas que hacen al consumo. “Existe la obligatoriedad del uso de barbijos o de medir los metros del local para mantener siempre el distanciamiento social, pero también estaba el tema de los cambios de ropa; en principio teníamos un protocolo muy rígido que no permitían los cambios de ropa porque se consideraba un foco de contagio. En un trabajo de protocolo consensuado con el doctor Barrios del COE, pudimos modificar eso y tener un protocolo de cambio de 48 horas, completándose una planilla de declaración jurada sobre la trazabilidad de esa ropa, quien se la probó, que día y sanitizando la misma. De esa forma también protegemos al cliente y damos la posibilidad de que se lleve lo que realmente le gusta”.
En relación a los rubros más perjudicado, Marilina Henninger sintetizó: “Lo que es indumentaria textil, calzados, moda y accesorios son los rubros más golpeados. Hay tantos cambios de hábitos que los rubros más golpeados tienen que ver con los encuentros sociales, por ejemplo, comprar ropa para ir a cumpleaños o una reunión”.
De esto modo, el aislamiento preventivo habría generado en la sociedad otras formas de consumo basadas en otras necesidades, “empezamos a observar otras cosas y a tener otras necesidades distintas, empezamos a consumir de diferentes formas”.
Al finalizar, la vicepresidenta de la Cámara de Comercio, reflexionó “creo que debemos aprender a convivir con el virus con todos los cuidados, siguiendo adelante dentro de esta nueva forma de normalidad que tenemos que tener”.
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