El Batallón de Infantería de Marina Nº5 cumple 73 años desde su fundación. La unidad fue creada el 26 de junio de 1947 bajo la denominación de Destacamento de Seguridad de la Gobernación Marítima de Tierra del Fuego. Arribó a Río Grande en el año 1953 donde finalmente se estableció.
Hoy, el Batallón de Infantería de Marina N°5 cumple 73 años desde su creación y 67 de vida en Río Grande. El 26 de junio de 1947 la unidad fue creada a través de un expediente el Destacamento de Vigilancia y Seguridad de la Gobernación Marítima de Tierra del Fuego con asiento en Ushuaia y una organización correspondiente a un Batallón. Luego, en el año 1953 cambió su organización y se lo denominó Batallón de Infantería de Marina N°5 y se estableció definitivamente en Río Grande.
Si bien su asiento era en Ushuaia, la misma se encontraba en la Base Naval Río Santiago a la espera del material y equipos especiales que necesitaba para su traslado.
Con el correr del tiempo y, a través de una orden, se designó como primer Comandante al Guardiamarina José César Scala, quien se desplegó seguido por dos suboficiales, siete cabos y 78 conscriptos Clase 1925.
Ese contingente salió el 15 de septiembre de 1947 desde la Base Naval Río Santiago a bordo de una chata, con rumbo a la dársena Sur del Puerto de Buenos Aires; y cuatro días después embarcó en el transporte ARA “Chaco” hacia Ushuaia.
Luego de varias escalas en ciudades costeras, la llegada al Destacamento Naval Ushuaia se registró el 7 de octubre. En 1951, sin modificar su asiento, se destacó a la 1° Compañía de Tiradores a Río Grande, ocupando los cuarteles del Regimiento de Infantería Motorizada, los cuales habían sido transferidos al Ministerio de Marina (Gobernación Marítima de Tierra del Fuego).
Luego, al año siguiente, el asiento de la unidad fue trasladado definitivamente hacia los cuarteles de Infantería de Marina de Río Grande.
Su misión es, desde su arribo a Tierra del Fuego, “administrar, alistar y operar los medios para ejecutar las operaciones navales convencionales, prioritariamente en el ambiente geográfico de baja montaña, monte austral y aguas restringidas a fin de contribuir al cumplimiento de los planes y órdenes en vigor”.
La integración con la comunidad de Río Grande
Al momento de trasladarse el BIM5 (Esc.) a los cuarteles de Río Grande, cerca de 900 efectivos irrumpieron en la vida de una pequeña comunidad que, en esos tiempos, estaba conformada por unas 2.240 personas. La llegada de esta unidad de combate a un pueblo chico significó la presencia soberana del Pabellón Nacional portado con espíritu patriótico por los hombres de la Armada.
En esos años, el BIM5 significó todo, o casi todo, en la vida de aquellos lugareños. La presencia de los militares en el pequeño poblado riograndense reforzó sustancialmente, con sus profesionales médicos, la precaria asistencia sanitaria que, en aquel momento, ofrecía el Ministerio de Salud Pública. El personal de la Armada brindaba además atención odontológica, sala de rayos y laboratorio bioquímico.
Bomberos
Hasta tanto se creó el cuerpo de Bomberos (1962), esta unidad naval fue la que concurrió, con sus hombres y medios propios, a combatir los frecuentes incendios que se producían ante el delicado equilibrio que surgía de la contraposición entre la arquitectura típica de madera y las abundantes fuentes de calor que se necesitaban para contrarrestar el frío imperante en la región.
Acción civil-militar
Por otro lado, el Plan de Acción Comunal formaba parte del compromiso del personal militar para con la sociedad civil que implicaba su colaboración activa en obras de ingeniería vial, limpieza de terreno, trazado de calles y caminos, tareas municipales, entre otras.
El BIM5 en Malvinas
Llegada la hora del combate, el BIM N°5 emprendió su viaje a Malvinas el 8 de abril de 1982, bajo las órdenes del entonces Capitán de Fragata Carlos Robacio, en aviones de la Fuerza Aérea. Tuvo bajo su comando a 800 combatientes del BIM5 –entre personal de cuadro y conscriptos– y a 200 hombres pertenecientes a dos compañías adscriptas correspondientes a los Regimientos de Infantería Nº3 y Nº7 del Ejército Argentino.
Cuando el Comandante del BIM5 recibió la orden de desplazarse con su unidad hacia Malvinas, ordenó una formación general en la Plaza de Armas del Batallón, donde dirigió unas palabras a sus subordinados. En ese momento ya se había concretado la Operación Rosario donde otro Batallón emblemático, el BIM2, había capturado las islas –junto a comandos anfibios y buzos tácticos– en una operación anfibia e incruenta de ejecución impecable.
Las acciones de combate comenzaron con el bombardeo a la zona del aeropuerto y casi inmediatamente se inició el asedio de fuego naval y los fuegos de la artillería terrestre sobre las posiciones del BIM5. “Antes de llegar a la batalla final soportaría un asedio de casi 44 días”, relató su Comandante. Fueron atacados diariamente, día y noche. Contra el bombardeo naval inglés no había cómo defenderse. Sólo meterse en los pozos y resistir tratando de mantenerse en forma para cuando llegara la batalla final que ya se anticipaba.
Condecoraciones obtenidas en el conflicto bélico “Malvinas”
*“Honor al valor en combate”
Otorgada por la armada argentina, según Resolución Nº 32/83 del Comandante en Jefe de la Armada.
*“Orden cruz peruana al mérito naval en el grado de Caballero Distintivo Blanco”
Otorgada por la Armada de la República del Perú.
*Declaración de “Benemérito” del territorio nacional de la Tierra del Fuego, Antártida e islas del Atlántico Sur efectuado por decreto del Poder Ejecutivo territorial Nº 207/83.
*Medalla “A la bandera que combatió en el Atlántico sur 1982”
Otorgada por el gobierno y pueblo de la provincia de Santa Fe, el 15 de noviembre de 1985.
Fuente: Gacetemarinera
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