Entre 80 y 100 camiones provenientes y hacia la isla de Tierra del Fuego y Chile están aparcados a la vera de la ruta nacional Nº 3 y Autovía de acceso a la ciudad de Río Gallegos, por cuanto una decisión del Jefe Regional de Aduanas de Comodoro Rivadavia y su implementación por parte del Administrador local Daniel Segovia, han impedido el funcionamiento de las balanzas de las empresas Patagonia Sur y CRIASUR y concentraron todo el flujo de trámites aduaneros y permisos de carga a través del depósito Fiscal de la empresa Fiscales del Sur.
OPI entrevistó a varios camioneros visiblemente disgustados por la medida, indicando “Llego acá y resulta que tenemos no menos de 12 horas o más para poder pesar, precintar y salir a la ruta con temperaturas que van entre lo 8 y 20 grados bajo cero. Es inhumano esto, realmente las autoridades nacionales no saben qué hacer con el transporte de carga. No tienen conciencia de la importancia que tiene que nos faciliten el tránsito para llegar con nuestra carga a la gente que lo necesita y encima tampoco se dan cuenta cómo nos exponen en tiempos de pandemia porque estamos todos amontonados, funcionarios, choferes, gente de aduana…”, expresó claramente Alejo Martín Gianola quien dijo pasar por Río Gallegos no menos de seis veces al mes en los últimos 20 años.
De acuerdo a las fuentes consultadas, se ha podido determinar que el problema surgió con motivo de la falta de extensión de las habilitaciones a estas balanzas, a las cuales el Administrador local de Aduana las dio de baja con fecha 30 de junio cuando existe una resolución nacional por la cual Aduana nacional prorrogó esas habilitaciones hasta el 30 de septiembre del corriente año, debido a que por motivos de la pandemia y la restricción administrativa de los entes nacionales, dichos permisos no se pueden tramitar normalmente.
Ante esa situación especial, las autoridades concedieron una extensión de los permisos hasta fines septiembre, pero como regionalmente todo queda en la decisión de cada Administrador, en la zona patagónica decidieron darle de baja a estas dos balanzas, técnicamente denominadas Plantas exportadoras de Aduana, donde concurren los camiones con carga para el pesaje, la inspección aduanera y los trámites correspondientes para la exportación de los productos que acarrean.
El proceso de concentración del tráfico en un solo lugar, en este caso en el Depósito Fiscal, sobre el acceso a la ciudad, trajo como consecuencia el aglomeramiento de equipos al costado de las rutas y la concentración humana en un solo recinto, teniendo en cuenta que la playa de camiones del Depósito Fiscal tiene capacidad solo para 6 camiones y hay más de 70 a la espera.
“Imagínate que en cada barcaza (la que cruza el canal de Beagle entre Chile en TDF y Chile continental) – explicó una de nuestras fuentes – vienen no menos de 10 camiones y a esos les tenés que sumar los que provienen del norte, de Punta Arenas y los que van a esos destinos. En un día normal el Depósito Fiscal tiene que atender entre 70 y 80 camiones. Es imposible pensar que se puede agilizar un trámite que por sí mismo lleva mucho tiempo como es el pesaje de la unidad o el equipo, la inspección, los papeles que hay que llenar hasta que lo despachan. Esto, magnificado por la lentitud con que se está llevando a cabo todo, debido a la concentración del trabajo en un solo punto de atención, genera una complicación incalculable en tiempo y dinero”, concluyó.
Todas las fuentes a las cuales recurrimos coincidieron en un punto: es indispensables que durante la pandemia las licencias no se caigan, porque hay un impedimento fáctico de tramitarla debido a la restricciones impuestas en la administración públicas y por ese motivo y una decisión atinada, desde Aduana decidieron prorrogar los permisos hasta el 30 de septiembre de este año, a las licencias que vencieron este primero de Junio. Nadie entiende, por lo tanto, cuál es el motivo y la argumentación que esgrimen los Administradores de Aduana regional y local (Comodoro Rivadavia y Río Gallegos) para aplicar una medida de este tipo, bajar las balanzas de Patagonia Sur y Criasur y concentrar todo en el Depósito Fiscal de Río Gallegos.
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