El profesor en Investigación Criminal y asesor en Seguridad Pública, Aníbal Lazzaroni, dialogó con FM Masters donde advirtió sobre el crecimiento en los casos de Grooming y particularmente del juicio que se viene llevando adelante en Río Grande por un caso que data del 2018. El imputado, de apellido Toledo, se encuentra en libertad y ayer se negó a declarar en el comienzo del debate oral no público en el Tribunal de Juicio del Distrito Norte.

En este sentido, vale recordar que fue la propia familia de la víctima de 14 años que denunció al sujeto Toledo, quien la habría contactado a través de Facebook para luego reunirse y abusar sexualmente.

Al respecto, Lazzaroni comentó que “esta persona está procesada e imputada por acoso sexual virtual y es un delito de índole penal que es cuando un mayor se contacta con un menor a través de cualquier medio electrónico. En ese marco es que se detecta a esta persona en varias oportunidades y en contacto con menores y dado el trabajo de prevención que se viene haciendo, se logra generar la denuncia. una vez que se genera la denuncia, la justicia empieza a actuar con el proceso judicial donde por suerte, la justifica fueguina actúa con bastante celeridad y eficacia en el tema de menores. Esto llegó a juicio y hay que destacar que no se vio vulnerada ninguna de las pautadas que tiene que tener como preservar la identidad y el rosto de la víctima”.

En este sentido, indicó que “el acoso estuvo identificado y por otro lado el abuso. Los dos son delitos, vale remarcar. Muchas veces interpretamos que abusar es inclusivo el abuso físico principal y entendamos que el abuso también existe en forma virtual. La exhibición de un menor con algún tipo de imagen, video o conexión directa, es un abuso. Cuando se les pide a algunos menores imágenes sexuales eso es abuso y no es acoso. El abuso también se genera de manera virtual”.

Lazzaroni advirtió que “lamentablemente tenemos un aumento por el uso de algunas inteligencias artificiales que permiten engañar de forma diferente a los chicos. También hay determinados juegos que hacen que los adultos tengan un contacto más asiduo con los chicos entonces empieza a generarse afinidades con personas que son perversas abusadoras con el condimento inclusive de no el contacto por el juego, sino por apuestas y de círculos clandestinos con menores que es otro problema”.

Reiteró que puntualmente “en el delito de acoso sexual virtual, tenemos aumentos en la cantidad de casos y aumento en la baja de la edad de las víctimas. Nos pasa con niños más pequeños y ahí hay falta de intervención de los padres en la administración de la tecnología que no es mala, pero debe estar bien administrada y esa falta de conocimiento por parte del adulto responsable nos genera ese vacío donde el chico puede caer en una situación de acoso y posterior abuso. La pornografía infantil se transformó en un gran negocio donde únicamente no tenemos al adulto corrompiendo al menor, sino muchas personas menores autogestionando imágenes y cobrando por ellas. Estamos entrando en una situación delicada en límites y uso de la tecnología”.

“La tecnología es el peor estupefaciente que hay porque el daño que genera es muy grande y así muchas veces como los padres tratamos de oler para ver si estuvo en contacto con algún estupefaciente, no hacemos eso con respecto a la tecnología”.