Finalmente, tras 13 años dará comienzo el juicio oral por el asesinato de Marianela Rago Zapata, la estudiante riograndense de periodismo que en 2010 fue hallada degollada y con 23 puñaladas en el barrio porteño de Balvanera, y por el que su exnovio, Francisco Amador, estará sentado en el banquillo de los acusados cómo único imputado.
Patricia Zapata, la madre de la joven, en comunicación Radio Provincia dijo que “el debate comienza el lunes 11 de septiembre. Nosotros ahora en esta semana tuvimos reuniones con los abogados, con el fiscal y tratando de recordar un poco todo y esperando el día”
En esa misma línea hizo hincapié en que “nosotros tenemos expectativas y esperamos que si esto tardó tanto, algo tiene que traer, algo bueno y esperamos que sí, que se haga justicia. Tenemos todas las expectativas, tanto yo como la familia como las amigas y los amigos de Marianela. Pasó mucho tiempo, hay muchas cosas que volvemos a rever para poder acordarnos de algunas cosas, pero ya estamos listos para esto”.
Patricia recordó que “fue una lucha constante durante muchos años, al principio de la investigación se había abierto el abanico hacia todo, se investigó por diferentes formas más allá de lo que yo podía llegar a sentir o lo que yo podía llegar a ver en cuanto a los dichos de las amigas de Marianela, pero después todo se llevó a que había sido Amador”.
La madre comentó que van a prestar declaración las amigas de Marianela, “lo van hacer por ZOOM, porque muchas no están en Buenos Aires, y otras ni siquiera están en el país”. Además, agregó que Amador va a tener que estar presente durante todo el juicio”. En la actualidad ya se encuentra en Buenos Aires, pero ella se encuentra en otro barrio para evitar cruzárselo.
En relación a los sentimientos que están viviendo dijo que “tenemos muchas expectativas, tenemos mucha angustia también, porque es haber llegado hasta esto, Dios quiera que esto salga bien, que se dé la luz, que haya energía, que esta persona tenga su pena y como siempre digo, en caso de que no salga así y no vaya a terminar como nosotros queremos”.
Por su parte, Amador (36) llegará a juicio en libertad y acusado de "homicidio simple" -con pena de 8 a 25 años de prisión-, ya que la figura del "femicidio" recién se incorporó al Código Penal a partir de 2013. Los jueces que integrarán el TOC 29 para el debate son Juan María Ramos Padilla, Rodolfo Goerner y Hugo Navarro.
La acusación estará a cargo del fiscal general Sandro Abraldes, uno de los que en 2015 logró la prisión perpetua del portero Jorge Mangeri por el femicidio de Ángeles Rawson. A su vez, la familia Rago Zapata estará representada en el juicio por abogados del Programa de Asistencia y Patrocinio Jurídico a Víctimas de Delito de la Defensoría General de la Nación, a cargo de Pablo Rovatti.
El asesinato
Marianela tenía 19 años, era oriunda de la ciudad fueguina de Río Grande, pero vivía en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires porque estudiaba Periodismo en el ETER, y su crimen se descubrió el 28 de junio de 2010, cuando su hermano fue a ver qué pasaba en el departamento 7mo. "A" que la chica alquilaba en la calle Tucumán 2080, en Balvanera.
Es que el joven estaba preocupado porque el día anterior Marianela no había asistido a ver con amigos el partido en el que el seleccionado argentino le ganó al de México por 3 a 1, por los octavos de final del mundial de Sudáfrica 2010.
La estudiante yacía en el piso del living y, según la autopsia, murió degollada y quien la asesinó le aplicó además 23 puñaladas con una cuchilla que desapareció del cajón de la cocina de la casa.
La joven tenía 19 años y era oriunda de la ciudad fueguina de Río Grande. El asesino también se llevó un juego de llaves, dos celulares, una notebook, un reproductor de MP3, otro de DVD y una cámara de fotos.
En base a prueba indiciaria y antecedentes de violencia y maltrato que hubo en la pareja, el fiscal Abraldes y la familia Rago intentarán llegar a una condena y defender en el juicio la convicción que siempre tuvo la fiscal de instrucción Marcela Sánchez respecto de que Amador fue el asesino.
La madrugada del domingo 27 de junio de 2010, Marianela había organizado en su casa una "previa" a la que sus amigos del sur fueron a jugar a las cartas antes de ir a un boliche de Palermo, donde la vieron por última vez a las 8 de la mañana.
Amador, un técnico informático también oriundo de Tierra del Fuego pero que también vivía en CABA, se transformó en sospechoso cuando el círculo de la víctima contó una serie de episodios de maltrato del pasado.
El exnovio fue detenido, le allanaron la casa, le secuestraron ropas y se declaró inocente.
En su indagatoria, reconoció que el 24 de junio pasó la noche junto a Marianela en el departamento de la calle Tucumán, ya que se seguían frecuentando, pero que la madrugada del 27 había salido con otra chica, coartada ratificada por testigos y que le permitió ser liberado en pocos días.
Entre 2013 y 2018, la jueza de Instrucción Karina Zucconi sobreseyó a Amador en cinco oportunidades al creer que no había pruebas para incriminarlo y que en el departamento de la víctima se hallaron rastros del posible asesino -algunos ADN, una huella en una lata de gaseosa y una pisada-, que fueron cotejados con él y otros sospechosos, y en todos los casos el resultado fue negativo.
Pero la fiscal Sánchez apeló una y otra vez y finalmente, en 2018, la Sala VI de la Cámara del Crimen procesó a Amador en forma directa en base a una nueva data de muerte, al pasado violento del acusado y a lesiones que presentaba y podrían haber sido producidas por la víctima en su defensa.
Siempre se creyó que Marianela había sido asesinada durante la mañana del 27, cuando regresó del boliche, pero una Junta Médica estableció como nuevo horario del crimen el lapso entre las 19.10 de ese domingo y las 7.10 del 28.
Si bien el acusado mantuvo su coartada para la madrugada y la mañana del 27, los camaristas sostuvieron en su fallo que "se desconoce de manera certera qué hizo y dónde estaba Amador en la franja horaria del día en el que aconteció el evento".
También remarcaron que en la casa de Amador se hallaron recién lavados una remera y un pantalón de corderoy con una pequeña mancha de sangre en un bolsillo -su análisis no arrojó resultados-, y que se le secuestraron dos cuchillos que podrían ser compatibles con el arma homicida.
Como posible móvil, la Sala VI indicó que el propio Amador "reconoció que antes de romper su relación amorosa tenían discusiones fuertes, sobre todo en el último mes", y que en su último encuentro con la víctima -tres días antes del crimen-, Marianela "le contó que salía con otra persona".
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